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Gaseros operan con pérdidas; piden a Sener margen de 4.25 pesos

El reclamo de los distribuidores se centra en que la metodología actual no cubre sus costos reales: reciben 2.54 pesos por litro, pero necesitan 4.25. La brecha de 1.71 ya es insostenible.
jue 05 junio 2025 11:17 AM
Empresas de gas LP en México operan al límite: piden margen mínimo para sobrevivir
Los distribuidores piden un margen mínimo de 4.25 pesos por litro para garantizar su viabilidad.

La operación diaria de cientos de plantas de distribución de gas LP en México pende de un margen que ya no alcanza. Desde hace siete meses, las empresas agrupadas en la Asociación Mexicana de Distribuidores de Gas LP y Empresas Conexas (Amexgas) aseguran estar subsidiando su propia operación, sin margen suficiente para cubrir costos asociados, como el mantenimiento de tanques, pipas, instalaciones, los pagos de nómina o adquisición de equipos. Y esta semana, en un último intento por evitar una crisis mayor, presentaron ante la Secretaría de Energía (Sener) la documentación que respalda su solicitud: un margen mínimo de 4.25 pesos por litro para garantizar su viabilidad.

“Hasta abril o mayo fue que logramos una mejor recepción”, explica Rocío Robles, presidenta de Amexgas. “Nos han estado pidiendo muchísima información, nos dijeron que querían facturas y gastos reales”, añadió.

La “ventanilla” –dice Robles– cerró este miércoles, fecha límite que la Sener estableció para que las empresas del sector entregaran comprobantes detallados de sus costos logísticos y operativos. La idea es revaluar la fórmula con la que semanalmente se fija el precio máximo al público del gas LP.

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Actualmente, el margen efectivo que reciben los distribuidores es de 2.54 pesos por litro. Es decir, 1.71 pesos por debajo de lo que aseguran necesitar para cubrir sus costos. La presidenta de Amexgas insiste en que este déficit pone en riesgo la sustentabilidad del modelo de distribución, no solo por la insuficiencia financiera, sino por la falta de incentivos para mantener o mejorar las condiciones de seguridad, logística y mantenimiento en un producto altamente sensible.

El tope de precios

El gas LP es el principal energético para uso doméstico en México. Su acceso, disponibilidad y precio tienen un impacto directo en 80% de los hogares del país. La presión sobre el sector se intensificó desde 2021, cuando el gobierno federal decidió imponer un control de precios máximos, que busca proteger a los consumidores pero ha recortado significativamente los márgenes de comercialización.

La fórmula que establece el precio máximo considera cada semana el comportamiento del mercado internacional, pero según los distribuidores, hay un desfase que agudiza la situación. “Pemex trae un sobrecosto de alrededor de 90 centavos por litro esta semana”, afirma Robles. Ese precio mayorista, fijado por la empresa productiva del Estado, no ha bajado al ritmo que lo ha hecho el precio internacional del gas LP.

De acuerdo con la presidenta de Amexgas, si Pemex reflejara de manera más fiel la caída en el mercado internacional, las empresas distribuidoras no requerirían los 1.71 pesos actuales como margen adicional. “Si le quitamos esos 90 centavos que trae de sobrecosto, nos faltarían solo 81 centavos, que no necesariamente tienen que verse inmediatamente reflejados en el precio al público”, aclara Robles. La propuesta del gremio es que cualquier ajuste se haga de manera progresiva.

La fórmula que establece el precio máximo considera cada semana el comportamiento del mercado internacional. Sin embargo, según el gremio gasero, ese mecanismo ha dejado de ser suficiente.

Pemex mantiene sobrecosto pese baja

A pesar de que los precios internacionales del gas LP han disminuido en semanas recientes, esa reducción no se ha reflejado en la tarifa de mayoreo que fija Pemex, que continúa vendiendo con un sobrecosto. “Pemex trae un sobrecosto de alrededor de 90 centavos por litro esta semana”, afirma Robles.

De acuerdo con la presidenta de Amexgas, si Pemex reflejara de manera más fiel la caída en el mercado internacional, las empresas distribuidoras no requerirían los 1.71 pesos actuales como margen adicional. “Si le quitamos esos 90 centavos que trae de sobrecosto, nos faltarían solo 81 centavos, que no necesariamente tienen que verse inmediatamente reflejados en el precio al público”, aclara. La propuesta del gremio es que cualquier ajuste se haga de manera progresiva, sin provocar un choque inmediato en los precios para los consumidores.

El gas LP es el principal energético para uso doméstico en México. Su acceso, disponibilidad y precio tienen un impacto directo en 80% de los hogares del país. La presión sobre el sector se ha intensificado desde 2021, cuando el gobierno federal decidió imponer un control de precios máximos para contener la escalada de costos.

En julio de ese año, la Sener publicó una directriz de emergencia para topar, inicialmente por seis meses, el precio al público del gas LP. La medida fue prorrogada y, al cumplir un año, se convirtió en una política permanente. Desde entonces, todos los sábados se calcula y publica una lista con los precios máximos aplicables a cada municipio del país, con base en una fórmula ligada al mercado internacional.

No obstante, el gremio ha señalado que dicha fórmula no refleja de forma precisa los costos reales del sector. El desfase entre el precio internacional y el precio que Pemex mantiene al mayoreo, sumado a los costos internos de distribución —que incluyen desde el mantenimiento de tanques y pipas hasta los salarios del personal y las inversiones en equipos—, ha presionado a las empresas al límite.

“Desde hace siete meses las plantas han estado perdiendo, prácticamente subsidiando la distribución”, insiste Robles. Las empresas han seguido operando con lo mínimo, muchas veces absorbiendo las pérdidas, pero cada semana sin ajustes amenaza con profundizar el deterioro.

La presión no es sólo contable. La falta de márgenes suficientes ha derivado también en paros de labores por parte de los comisionistas o ‘hombres camión’, quienes se encargan de repartir el gas directamente a los hogares. En zonas alejadas, estas suspensiones han significado interrupciones en el suministro y afectaciones directas a miles de familias.

Amexgas reconoce que el mercado cambió y que el gobierno tiene interés en proteger el poder adquisitivo de las familias mexicanas. Pero sostiene que la carga ha recaído desproporcionadamente sobre los eslabones finales de la cadena de valor: los distribuidores.

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