Estados Unidos volvió a tensar la cuerda con Japón a unos días de que expire una pausa temporal sobre aranceles recíprocos. El presidente Donald Trump sugirió esta semana que podría imponer un arancel de hasta 35% a las importaciones procedentes del país asiático, una decisión que pondría en la mira a sectores estratégicos como el automotriz, uno de los pilares de la relación comercial entre ambos países.
La medida impactaría directamente a gigantes automotrices como Toyota, Honda, Nissan, Mazda, Subaru y Mitsubishi, cuyas operaciones en Estados Unidos dependen tanto de la exportación de vehículos completos como de partes ensambladas en Japón. Solo Toyota exportó más de 1.9 millones de unidades a Estados Unidos en 2024, mientras que Honda y Nissan también figuran entre los mayores vendedores de autos japoneses en el país.
La amenaza llega mientras la tregua actual –que congela la entrada en vigor de un gravamen del 24% anunciado en abril– tiene como fecha de expiración el 9 de julio. “Dudo que podamos llegar a un acuerdo con Japón”, declaró Trump el martes, al tiempo que acusó a Tokio de mantener un comercio “desleal” de automóviles y de ser reacio a importar arroz cultivado en Estados Unidos.