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La incertidumbre con EU frena el ritmo de la industria de autopartes

La producción de autopartes en el país venía de un 2024 con cifras récord, pero el panorama hoy luce completamente diferente como para lograr un hito similar.
mié 16 julio 2025 03:07 PM
Producción de autopartes en México se estanca tras récord histórico: ¿Qué pasó?
A inicios de año, el sector esperaba crecer de manera anual alrededor de 2%, pero hoy las previsiones esperan un estancamiento o un avance menor a 1% en el mejor de los casos.

La industria de autopartes en México arrancó 2025 con el impulso de una racha histórica: apenas el año pasado había logrado su mejor cifra de producción, y las proyecciones para el nuevo ciclo anticipaban otro incremento. Sin embargo, ese dinamismo se ha ido desdibujando conforme avanzan los meses y crece la tensión comercial con Estados Unidos.

Hasta febrero, los planes de expansión seguían su curso. Proyectos derivados del “nearshoring” y la alta integración regional daban señales de continuidad. Pero a partir de marzo —cuando entraron en vigor los primeros aranceles anunciados por Donald Trump, en medio de un discurso abiertamente proteccionista— comenzaron a surgir dudas entre los inversionistas.

“Hasta febrero iba bien, los proyectos que estaban listos hasta ese momento siguen en marcha”, afirma Francisco González, presidente de la Industria Nacional de Autopartes (INA). “No se ha frenado en el sentido de que se cancelen. Están en lo que se llama el wait and see (esperar y ver qué pasa)".

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El freno en nuevas inversiones ha empezado a reflejarse en las cifras. A inicios del año, las previsiones apuntaban a que la industria de autopartes en México alcanzaría una producción de 124,014 millones de dólares en 2025, lo que hubiese significado un crecimiento de alrededor de 2%. Hoy, el pronóstico ronda los 121,000 millones de dólares, un virtual estancamiento respecto a 2024.

En el mejor de los escenarios, el crecimiento sería menor a 1%, reconoce González. No se trata aún de una caída, pero sí de un parón en el impulso que venía generando la relocalización de plantas y la expansión de proveedores hacia territorio mexicano.

La incertidumbre pesa más que los datos positivos. A pesar de que en el primer semestre de 2025 Estados Unidos fue el principal origen de Inversión Extranjera Directa (IED) en autopartes con 308 millones de dólares, y de que la participación de México como proveedor del mercado estadounidense subió de 42.8% en 2024 a 43.2% en lo que va del año, el entorno para nuevas decisiones de inversión se ha vuelto más cauteloso.

“Creemos que el sector de autopartes va a seguir consolidado y fuerte, porque recordemos que sí, nos está pegando a nosotros, pero le está pegando a todo el mundo”, explica González. “Nos va a impactar en producción, pero seguimos siendo los principales vendedores de autopartes”.

La lógica detrás del optimismo parcial es clara: si bien el ruido arancelario ha enfriado las decisiones empresariales, la geografía y la infraestructura continúan jugando a favor de México como eslabón clave en la cadena automotriz de América del Norte.

Sin embargo, la falta de claridad sobre el rumbo de la política comercial de Estados Unidos —incluyendo posibles aranceles generalizados o medidas específicas en sectores sensibles como el automotriz— ha deteriorado la capacidad de planeación. “La verdad es que ahora todo es más especulativo, porque los años pasados le atinábamos bastante bien con los números y datos que nos daban las empresas. Teníamos mucha más precisión”, reconoce González.

Los efectos de esta pausa comienzan a sentirse en toda la cadena: desde proveedores de nivel uno y dos que posponen la ampliación de líneas, hasta estados del norte del país que habían proyectado un crecimiento del empleo vinculado a nuevas inversiones. Aunque no hay cancelaciones, el freno sí implica un menor dinamismo económico regional.

Además, el compás de espera se prolonga por la revisión del T-MEC, prevista para 2026, cuyo proceso de consultas podría arrancar tan pronto como el próximo año. Las reglas de origen y la política de contenido regional están en el centro del debate, lo que agrega presión a la industria.

A pesar de este contexto, la perspectiva del sector no es del todo pesimista. México sigue siendo el principal proveedor de autopartes a Estados Unidos, por encima de Canadá y naciones europeas, lo que mitiga parte del impacto.

“La afectación, voy a nombrar algunos de Europa, Canadá mismo, está siendo más fuerte que a México”, asegura el presidente de INA. Esa resiliencia podría traducirse, eventualmente, en una mayor participación del mercado si otros países se ven más comprometidos por los cambios arancelarios.

Mientras tanto, la industria mexicana de autopartes se mantiene en pausa, a la espera de definiciones.

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