Óscar Ocampo, director de Desarrollo Económico del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), señaló que este pronunciamiento sí representa una presión adicional para Pemex.
“Tal vez la carta por sí sola no sea tan contundente, pero, al considerar el contexto completo que enfrenta el país frente a Estados Unidos, sí añade presión. Esto contribuye a la percepción de que Pemex tiene un trato preferencial en detrimento de las empresas estadounidenses, y eso no ayuda en lo más mínimo para demostrar que se están cumpliendo las disposiciones en materia energética del T-MEC”, afirmó en entrevista.
Esta situación, de cara a la revisión del tratado comercial en julio del próximo año, podría convertirse en un argumento más para que Estados Unidos proponga escalar hacia una renegociación del T-MEC, en caso de que no se resuelva.
Además, las empresas afectadas podrían optar por iniciar procesos de arbitraje para tratar de resolver la situación con la empresa mexicana.
Proveedores de EU presionan
Gran parte de las empresas estadounidenses que trabajan con Pemex tienen más de 85 años operando en México, a pesar de las dificultades que han enfrentado en distintos momentos. “Sin embargo, los proveedores de servicios no pueden seguir operando bajo una incertidumbre financiera tan extrema. Instamos a la presidenta Sheinbaum a que se comunique directamente con los líderes de Pemex y la Secretaría de Energía para resolver estos problemas lo antes posible”, declaró Tim Tarpley, presidente del EWTC, en la carta.
La asociación aseguró que no está pidiendo un trato especial por parte de Pemex, sino uno justo. Por ello, ha solicitado tres acciones inmediatas: el reconocimiento de las deudas pasadas; el acceso al sistema Copades —el portal para el registro de facturas que no se han podido emitir por trabajos ya realizados—, y, por último, tener claridad sobre los pagos futuros, es decir, un cronograma certero con las fechas en que Pemex planea saldar sus compromisos.
De no resolverse de manera expedita esta problemática, el Consejo advirtió que podrían generarse interrupciones en los servicios que prestan a Pemex, lo que tendría un impacto directo en la producción petrolera del país.
“Le escribimos debido a la creciente preocupación por la capacidad de nuestros miembros para operar en México, debido a los impagos de Pemex. Nuestros miembros han continuado laborando de buena fe bajo estas difíciles condiciones, pero el riesgo de cierres operativos e interrupciones del servicio aumentará si esto sigue sin resolverse. Si las empresas de EWTC retiran sus operaciones, esto podría afectar a los trabajadores locales, a las comunidades donde viven y trabajan, así como al ecosistema energético más amplio de México”, señala la misiva.
¿Qué pasa con Pemex y sus proveedores?
La petrolera nacional enfrenta una deuda millonaria con las empresas que le suministran productos y servicios, la cual asciende a unos 400 mil millones de pesos, sin contar todos aquellos trabajos que no han podido ser facturados por la falta de acceso al sistema Copades.
La escasez de recursos económicos derivada de la elevada deuda financiera y los problemas operativos de Pemex ha impactado también a los trabajadores subcontratados, provocando en algunos casos la suspensión o reducción de actividades ante la incapacidad de la empresa para cumplir con sus obligaciones de pago.
Mientras que las compañías extranjeras tienen la opción de iniciar arbitrajes internacionales contra Pemex y el Estado mexicano, las proveedoras nacionales enfrentan una situación mucho más desfavorable, en muchos casos porque Pemex es su principal —o incluso único— cliente. “Están en una posición mucho más débil; al final del día, lo que les queda es seguir reclamando e insistiendo, pero son empresas mucho más expuestas y vulnerables”, explicó Ocampo.
Tan solo el pasado 22 de julio, durante un evento encabezado por la presidenta Claudia Sheinbaum en un hospital de Ciudad del Carmen, Campeche, un grupo de trabajadores se manifestó frente a la mandataria para exigir una solución inmediata al problema de los impagos.
La advertencia de la Amespac
La Asociación Mexicana de Empresas de Servicios Petroleros (Amespac) advirtió recientemente, en declaraciones a Expansión, que varias compañías se encuentran en riesgo de dejar de operar este mismo mes si Pemex no liquida los adeudos pendientes.
“Las empresas no pueden seguir trabajando de gratis”, declaró Rafael Espino De la Peña, presidente del organismo. La Asociación estima que existen alrededor de 50 mil millones de pesos no facturados a sus empresas afiliadas debido a los problemas con el sistema Copades, por trabajos realizados desde 2024.
La crisis financiera de Pemex se agudiza. Si no se abonan pronto recursos a sus proveedores y contratistas, podría generarse una parálisis operativa de mayor escala en los próximos meses.