Aunque el pasado 24 de noviembre el Gobierno de México anunció a los ganadores del Concurso para la Conceptualización Arquitectónica del AICM, especialistas advierten que los cambios no deben quedarse en un rediseño estético. Lo que se requiere es atender puntos críticos de infraestructura y no solo ornamentación.
"El estado del AICM será fundamental para la recepción de pasajeros actuales y naturalmente para el Mundial del siguiente año. Aquí es importante considerar en qué consisten este tipo de remodelaciones que van, desde los pisos, plafones, luminarias, señalética y naturalmente, el drenaje pluvial”, comenta Julio Zugasti, experto del sector aéreo en Hogan Lovells, en entrevista con Expansión.
Las aerolíneas también han elevado la voz. Las interrupciones ocasionadas por fenómenos climáticos les obligan a modificar itinerarios y operaciones diarias, con costos adicionales.
“Hacemos un llamado respetuoso y urgente a las autoridades federales competentes y al Gobierno de la Ciudad de México, para tomar acciones que garanticen el correcto funcionamiento de la infraestructura del AICM, y tomar las medidas preventivas que se requieren”, señaló Aeroméxico en un comunicado emitido tras las afectaciones del 12 de agosto.
La relevancia de las mejoras se multiplica si se considera que el Estadio Azteca será sede de cinco partidos del Mundial de Futbol 2026, en plena temporada de lluvias en la capital. Expertos insisten en que la acción debe ser inmediata y no esperar al inicio del torneo.
Mientras tanto, otras terminales han acaparado la atención federal en los últimos años, como el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) y el Aeropuerto Internacional de Tulum. Para el AICM, la prioridad es reforzar sus operaciones y responder al flujo creciente de pasajeros.
“México sigue anclado en la discusión del pasado cuando el Aeropuerto Internacional Benito Juárez. Lo hecho, hecho está. El reto es mirar hacia adelante y reconocer que el país es ya una plataforma estratégica de comercio y turismo… Hoy el turismo mundial apunta hacia experiencias sostenibles, personalizadas y tecnológicamente integradas. México debe innovar y diversificar su oferta, así como proteger sus destinos consolidados”, señala Gilberto Lozano Meade, socio director de Roland Berger México.
Los ejemplos internacionales muestran que operar bajo climas lluviosos es posible. En Ámsterdam, el aeropuerto de Schiphol funciona con precipitaciones frecuentes gracias a un mantenimiento riguroso e inversiones constantes en infraestructura.
"El hecho de anticiparnos y de prevenir ciertas situaciones a futuro habría sido lo fundamental, en el sentido de que con los trabajos de mantenimiento y preparación naturalmente, con el uso de los recursos públicos y de la TUA que los usuarios y usuarias pagan por el uso del aeropuerto podría generar mayores esfuerzos y naturalmente evitar este tipo de situaciones”, añade Zugasti.
El problema no se limita a la capital. En Puerto Vallarta, donde Grupo Aeroportuario del Pacífico construye una nueva terminal, se ha puesto especial énfasis en sistemas de captación de agua pluvial. Estos permitirán evitar inundaciones, tratar el líquido y reutilizarlo dentro del complejo, un enfoque que especialistas consideran indispensable replicar en el AICM.