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¿Pueden los hoteles convertir el agua de huracanes en una oportunidad sustentable?

Aprovechar el agua de estos fenómenos y gestionar los recursos hídricos protege a los hoteles y refuerza su eficiencia, sostenibilidad y reputación.
lun 29 septiembre 2025 05:31 PM
Huracanes Hoteles
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(Paola Chiomante/REUTERS)

México, con salida a dos océanos y numerosas playas, es un destino turístico sumamente atractivo y envidiable para cualquier país. Sin embargo, esa misma ventaja geográfica lo hace vulnerable a fenómenos naturales como los huracanes, que arrastran enormes volúmenes de agua. La pregunta es: ¿puede aprovecharse ese recurso para cubrir la demanda de la hotelería o incluso de los hogares?

Aunque los hoteles en las costas están cerca de grandes cuerpos de agua, podría parecer sencillo abastecerse de este recurso indispensable para la vida humana y la operación hotelera. La realidad, sin embargo, es mucho más compleja.

Bernardo Villasuso, líder de la división de tratamiento en Ecolab, empresa mundial en soluciones de agua, explica que la diferencia central radica entre la cantidad y la calidad del recurso hídrico: se puede disponer de grandes volúmenes, pero eso no garantiza que sea apto para uso humano o hotelero.

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El agua de los huracanes: un recurso difícil de aprovechar

Durante los huracanes, los hoteles reciben enormes volúmenes de agua en muy poco tiempo, pero no toda es utilizable. Aunque el agua de lluvia es dulce, la fuerza de los huracanes arrastra grandes cantidades de agua salada del mar y escombros que se mezclan con la lluvia, lo que hace que su uso sea prácticamente imposible tanto por la calidad como por el volumen.

“El problema es que hay una gran cantidad de agua con pésima calidad, no solo es agua con mucha sal, sino con muchos sólidos”, señala el directivo en entrevista con Expansión. La salinidad del agua de mar, que puede rondar el 2.5%, puede dañar tuberías, calderas, torres de enfriamiento y lavanderías. Por eso, el tratamiento mediante desalinización o filtración requiere infraestructura compleja y alto consumo energético.

“El agua de un huracán muchas veces es más útil dejarla correr que intentar captarla y tratarla”, dice. En cambio, la lluvia “tradicional” representa una oportunidad más clara. Con sistemas de captación y purificación, se puede recolectar agua de buena calidad y ponerla a disposición de los hoteles.

“Ahí sí tenemos un poco una clave… hay que tener infraestructura para captar esa agua de lluvia, porque viene en una calidad mucho más favorable y es mucho más barato tratarla”, explica el directivo de Ecolab.

Huracanes hoteles
La gestión responsable del agua durante crisis climáticas fortalece la reputación de los hoteles y es cada vez más un factor estratégico de negocio.
(Henry Romero/REUTERS)

El gran reto de desalinizar agua de mar

Desalinizar agua sigue siendo un reto complejo y costoso, señala el especialista. La dificultad depende del tipo de agua: el agua de mar es completamente salada, mientras que el agua salobre, filtrada parcialmente por la tierra, contiene menos sales y requiere menos energía para tratarse.

Actualmente existen dos métodos principales de desalinización: los procesos térmicos, que evaporan el agua para separar la sal y luego la condensan, y los sistemas de ósmosis inversa, que filtran el agua aplicando alta presión eléctrica. “No inyectamos calor, sino presión, pero sigue habiendo un consumo energético importante”, aclara Villasuso.

Aunque la tecnología ha avanzado, los costos de energía, mantenimiento de membranas y limpieza continúan siendo elevados, lo que limita su uso masivo. Según Ecolab, con la evolución tecnológica estos costos podrían reducirse en el futuro, pero hoy desalinizar agua sigue siendo una inversión considerable.

Un estudio de la International Water Association (IWA) de 2023 señala que producir agua con ósmosis inversa cuesta entre 0.60 y 1.20 dólares por metro cúbico, según el tamaño y eficiencia de la planta. Al tipo de cambio actual de 18.36 pesos por dólar, esto equivale a 11 a 22 pesos por metro cúbico, una referencia útil para entender la inversión necesaria en este tipo de tecnología.

Expansión reportó en 2023 que en Quintana Roo existen tres plantas de ósmosis inversa, dos en Playa del Carmen y una en Puerto Aventuras, cuya inversión alcanzó los 150 millones de pesos para infraestructura y análisis que garantizaran agua potable. Con estas plantas en funcionamiento se produce más de 150 litros por segundo, suficiente para satisfacer la demanda de más de 20,000 personas.

Otro punto clave es el impacto de los huracanes, cuya fuerza puede dañar gravemente la infraestructura hotelera. Un ejemplo es Otis en 2023 en Acapulco, Guerrero, que provocó destrozos históricos y dejó varios hoteles en la ruina. En octubre de 2024 se reportó que 11,552 de los 19,700 cuartos de hotel habían logrado operar nuevamente, lo que refleja tanto la magnitud del fenómeno como la lenta recuperación del puerto.

Hoteles Huracán
Los huracanes, como Otis en 2023, dañan hoteles; en 2024 solo operaban 11,552 de 19,700 cuartos en Acapulco. (Rogelio Morales Ponce)

¿Cómo pueden los hoteles usar agua de forma sustentable?

Según Villasuso, la gestión responsable del agua durante las crisis climáticas puede convertirse en un factor clave de confianza y reputación para la industria hotelera. “Tú sabes que el uso hotelero también depende mucho un poco de su reputación, la cual es muy importante”, explica.

Cada vez más, los hoteles comparten información sobre cómo hacen que la estancia de los huéspedes sea sustentable. “Mira, todo lo que hago para que tú puedas tener una estancia sustentable. Hoy sustentable es parte del negocio mismo. Si no eres sustentable, tu negocio está en riesgo”.

Para lograrlo, los hoteles invierten en tecnologías que permiten medir las condiciones del agua en tiempo real y tomar decisiones inmediatas sobre su uso. Esto incluye sistemas de recirculación y reutilización del agua en lavanderías, cocinas, albercas y sistemas de enfriamiento.

“La búsqueda ahora dentro de los hoteles es que el agua dé la mayor cantidad de vueltas posible. Entre más la usemos, mejor”, señala. Incluso en hoteles ubicados en zonas con abundante agua, abrir la llave sin control está “muy lejos de la realidad”: la infraestructura y el seguimiento de indicadores clave aseguran que el consumo por habitación se reduzca continuamente, sin afectar la experiencia del huésped.

Los hoteles también pueden colaborar con las comunidades locales durante emergencias hídricas. Villasuso explica que muchas veces la infraestructura de los hoteles supera a la de las agencias locales de agua, lo que permite proveer agua potable o enviar agua de mejor calidad a los sistemas de tratamiento municipales, ayudando a que las comunidades cercanas accedan a recursos más seguros.

El aprovechamiento del agua de lluvia es otra estrategia clave. Según Villasuso, esta agua tiene mejor calidad y es más económica de tratar que la del huracán: “los hoteles están directamente trabajando para tener potabilizadoras de agua dentro del hotel”.

Además, la digitalización y la inteligencia artificial permiten una gestión predictiva del agua: “Para una toma de decisiones tenemos que tener información en tiempo real… se vuelven hipereficientes”. Esto asegura que los hoteles puedan operar con menos recursos sin afectar la experiencia del huésped, fortaleciendo tanto la sustentabilidad como la reputación de la industria.

De esta manera, aprovechar el agua de lluvia y gestionar responsablemente los recursos hídricos no solo protege a los hoteles frente a fenómenos extremos, sino que también fortalece su eficiencia, sustentabilidad y reputación ante los huéspedes y la comunidad.

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