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Cancelación de vuelos y posible alza en tarifas: las afectaciones por la suspensión de rutas aéreas entre México y EU

La suspensión de 13 rutas entre México y Estados Unidos obliga a las principales aerolíneas mexicanas a cancelar vuelos, reacomodar flotas y analizar posibles incrementos en tarifas para pasajeros.
mié 29 octubre 2025 05:14 PM
La suspensión de rutas entre México y EU desata una crisis en el sector aéreo y deja al consumidor como el más afectado
De acuerdo con datos de la AFAC, en lo que va de este año el 78.5% de los pasajeros transportados desde México van con destino a América del Norte. (Henry Romero/REUTERS)

El aviso llegó de noche, pero su impacto se sintió de inmediato. El Departamento de Transporte de Estados Unidos (DOT) decidió revocar 13 rutas de aerolíneas mexicanas hacia ese país, una medida que no solo altera planes de expansión, sino que amenaza con encarecer boletos, frenar inversiones y poner en riesgo empleos en el sector aéreo nacional.

La decisión se interpreta como una medida de protección a la industria estadounidense, en línea con las recientes presiones comerciales que han tensado la relación bilateral. Pero, en lo inmediato, quienes resienten el golpe son las aerolíneas mexicanas que ya habían apostado por el mercado norteamericano como eje de crecimiento.

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Volaris confirmó que la medida impidió la aprobación de su ruta entre el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y Newark, Nueva Jersey, programada para iniciar operaciones el 2 de noviembre. “Estamos analizando opciones para minimizar las afectaciones a nuestros usuarios”, señaló la empresa.

Viva Aerobus enfrentó el mismo obstáculo con las rutas que tenía listas para despegar desde el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles hacia Los Ángeles, Chicago, Orlando, Austin, Dallas, Denver, Houston, Miami y Nueva York. “Estamos evaluando cuidadosamente el impacto de esta orden en nuestras operaciones y en los servicios de transporte para todos nuestros usuarios con el fin de informarles oportunamente y de minimizar las afectaciones a los mismos”, indicó la compañía.

En el caso de Aeroméxico, el impacto se tradujo en la suspensión del vuelo inaugural entre Ciudad de México y San Juan, Puerto Rico, una de las rutas que formaban parte de su estrategia de expansión internacional. La confirmación no vino de la aerolínea, sino de la oficina de la gobernadora de Puerto Rico, Jennifer González Colón, quien tenía previsto viajar a la capital mexicana en esa primera operación. En un comunicado, la oficina informó que, “derivado de la orden recientemente emitida por el Departamento de Transporte (DOT) de Estados Unidos, que afecta ciertas operaciones de aerolíneas mexicanas, el nuevo vuelo Ciudad de México–San Juan, Puerto Rico, programado a partir del 29 de octubre, queda cancelado”.

Consultada por este medio, Aeroméxico evitó ofrecer detalles sobre el alcance de la medida y se limitó a señalar que, por el momento no tiene información sobre el tema.

La suspensión detiene los procesos de expansión que llevaban meses en preparación. Para cada ruta se habían asignado tripulaciones, horarios, mantenimiento y campañas de venta. La revocación obliga ahora a rediseñar toda esa logística, con costos que se trasladarán al balance de las aerolíneas y, eventualmente, al pasajero.

“No es una determinación de las propias aerolíneas, pero sí serán quienes deberán de pagar y por lo tanto también va a ser importante la reacción tanto de la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC) como de otros actores que podrían llegar a ser la Procuraduría Federal del Consumidor por temas de derechos a usuarios”, explica Julio Zugasti, especialista del sector aéreo en Hogan Lovells.

El golpe llega en un mercado ya concentrado y competitivo. De acuerdo con la AFAC, al cierre de septiembre las aerolíneas mexicanas representaban 39% del tráfico de pasajeros entre México y Estados Unidos. Si las rutas suspendidas no se sustituyen pronto, la participación mexicana podría reducirse frente al avance de operadores estadounidenses.

Los efectos también alcanzan al empleo. El Colegio de Pilotos Aviadores de México advirtió que la cancelación compromete la estabilidad laboral de quienes fueron contratados para las nuevas operaciones. “Son hechos sin precedentes en la historia de la aviación bilateral, que no solo afectan a las aerolíneas, sino también a pilotos, tripulaciones, exportadores, importadores, miles de profesionistas y familias para el sector que hoy ven en riesgo su fuente de empleo y sustento”, señaló el organismo.

El contexto amplifica la preocupación. Entre enero y septiembre, el 78.5% de los pasajeros transportados por aerolíneas mexicanas viajó a América del Norte, y de cada diez vuelos, entre ocho y nueve tuvieron como destino Estados Unidos. La dependencia del mercado estadounidense vuelve especialmente vulnerable a la industria nacional ante cualquier decisión regulatoria de ese país.

Pasajeros, los más afectados

La consecuencia más inmediata será para el consumidor. La reducción en la oferta de vuelos elevará la presión sobre las tarifas, particularmente en rutas donde no exista competencia. “Sí va a haber un incremento en algunas rutas donde no haya competencia o donde haya exclusividad del manejo de una aerolínea en esa ruta o en determinada ruta, pues de inmediato se van a imponer. Va a tardar en lo que les autorizan el incremento tarifario, pero seguramente la gente lo van a hacer. A final de cuentas los efectos o los costos de todo esto los terminará pagándolo el pasajero”, afirma Fernando Gómez Suárez, analista del sector.

El impacto no se limita al corto plazo. Las aerolíneas tendrán que replantear su planeación de flota y el uso de aviones destinados a las nuevas frecuencias. Algunas podrían reasignarse a rutas domésticas o regionales, pero otras podrían quedar subutilizadas mientras se resuelve la controversia con el DOT.

Desde el gobierno, la presidenta Claudia Sheinbaum ha dicho que buscará una reunión con las autoridades estadounidenses para revisar el fundamento de la medida. Sin embargo, especialistas consideran difícil revertirla sin un acuerdo más amplio en materia de reciprocidad aérea.

La incertidumbre llega justo antes de la temporada alta de fin de año, cuando la conectividad con Estados Unidos suele incrementarse. Para el sector turístico y para las exportaciones por vía aérea, el momento no podría ser menos oportuno.

“Va a haber un reacomodo en el mercado y como viene la temporada alta decembrina, pues le va a afectar a México y el próximo año con el Mundial de fútbol, también. No nada más perderán mercado las aerolíneas mexicanas, sino que ese incremento que requiere el mercado en estos eventos no podrá materializarse”, advierte Gómez Suárez.

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