Este primer ajuste en la estrategia del grupo se produjo el año pasado, luego de que en abril de 2024 las autoridades federales establecieran aranceles temporales que varían entre el 5% y el 50% para 544 fracciones de productos procedentes de países sin tratados de libre comercio con México, entre ellos China, Corea del Sur, India, Tailandia, Indonesia, Rusia y Turquía.
A IB Group le afectó especialmente el aumento a textiles, ropa y calzado, que fue de 35%, según el decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación, con una vigencia temporal de dos años.
A este impuesto le siguieron cuotas compensatorias que van de 0.54 a 22.50 pesos por par para importaciones de calzado chino cuyo precio sea inferior a 22.58 pesos por par, con una vigencia de cinco años. Estas cuotas se aplican a botas con corte y suela sintéticos; sandalias básicas, formales y de vestir con corte y suela sintéticos; tenis deportivos con corte y suela sintéticos; tenis deportivos con corte textil y suela sintética; calzado casual con corte textil y suela sintética; y sandalias básicas, formales y de vestir con corte textil y suela sintética.
Castellanos comenta que la estrategia de la empresa consistió en trasladar la producción de sus marcas —todas dentro del segmento de ropa y calzado, excepto la cadena de gimnasios Planet Fitness—. Actualmente, IB Group ya no importa calzado manufacturado en China; el 75% de sus productos se fabrica en Vietnam y el resto en México.
“Vietnam tiene preferencia arancelaria, lo que ha impactado favorablemente los márgenes iniciales y, por ende, la utilidad de operación. Para nosotros es muy importante que la cadena de suministro tenga dos vertientes: la primera y más importante, la llegada puntual del producto; y la segunda, que los costos sean óptimos”, declara el directivo.
Al cumplir con la llegada puntual, la compañía garantiza el abastecimiento de inventarios a sus clientes, que incluyen tiendas especializadas como Invictus, Lust, Taf, Sam’s Club, City Club, Liverpool, Sears y Palacio de Hierro.
La planeación de inventarios de cara a El Buen Fin
Castellanos detalla que, para atender las temporalidades, el grupo elabora un calendario de actividades que incluye preventas de inventario para todas sus marcas. “Si Liverpool quiere diez suéteres rojos, mandamos a hacer sólo esos diez, y si Coppel quiere 100 verdes, producimos exactamente 100 verdes”, ejemplifica.
La preventa de productos de Champion, London Fog, Express y Hurley se realiza con seis meses de anticipación para la temporada primavera-verano, mientras que la planeación para otoño-invierno se realiza entre 12 y 18 meses antes, revela Castellanos.
Esta ventana de tiempo permite además personalizar los pedidos según especificaciones de los clientes, como ganchos especiales o etiquetas de precio, asegurando que el producto llegue a la tienda listo para vender (“ready to sell”).
“Esta anticipación tiene que ver con la programación de las cargas de trabajo para El Buen Fin. No hay manera de abordar la temporada sin entregar la mercancía antes. La optimización de tiempos en la cadena debe ser perfecta para cumplir con los clientes en tiempo y forma”, agrega.
La estrategia también funciona como un escudo para minimizar costos generados por inventario remanente o rezagado y evitar la sobresaturación del mercado, que representa entre 3 y 6% de la producción total. “Esto lo rematamos en los canales autorizados, para no generar ningún gasto operativo y, sobre todo, ningún gasto de almacenaje o caducidad del inventario”, añade.
Para lograr estas eficiencias operativas, la empresa cuenta con oficinas en Shanghái y Vietnam, lo que ha sido clave para conectar con proveedores certificados en Asia.
“Para la temporada, la expectativa de sell out está complicada. Octubre fue un mes difícil y esperamos que El Buen Fin acelere la venta de productos. Sin embargo, creo que aún habrá remanentes que tendrán que ser liquidables al inicio del próximo año”, concluye el directivo.