Néctasis es la primera respuesta a ese contexto. Se trata de una bebida sin azúcares añadidos, elaborada con productos naturales y libre de saborizantes artificiales o conservadores. Al no superar los límites establecidos por la norma, entra en la categoría de productos sin sellos y queda fuera del pago del IEPS aplicable tanto a bebidas azucaradas como a aquellas que utilizan edulcorantes no calóricos.
“Este es el primer paso en nuestra misión por ofrecer alternativas que permitan reducir el contenido calórico de nuestras bebidas, manteniendo siempre la calidad que nos ha caracterizado por más de cuatro décadas”, dijo Pascual en el comunicado.
La presentación del nuevo producto representa un ajuste estratégico para mantener presencia en segmentos clave. Uno de los más sensibles son las cooperativas escolares, donde Boing perdió espacio al portar dos sellos, por exceso de azúcares y exceso de calorías. Con Néctasis, la cooperativa vuelve a competir por ese canal de venta.
Las bebidas de la línea Néctasis también estarán exentas del pago del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) de 3.08 pesos por litro para bebidas azucaradas y de 1.64 pesos por litro para las que utilizan edulcorantes no calóricos.
Pascual reducirá azúcares en sus bebidas
El impacto del IEPS fue especialmente sensible para Pascual por su estructura financiera. La empresa opera bajo un modelo de economía social, lo que implica una distribución distinta de utilidades y menores márgenes para absorber incrementos fiscales. En su advertencia pública, la compañía reconoció que los nuevos costos ponían presión directa sobre su operación.
A partir de este escenario, la cooperativa ha revirado en su estrategia y reducirá el contenido de azúcar en sus bebidas. “Cooperativa Pascual ha iniciado un proceso de innovación que permitirá reducir el contenido calórico de todas nuestras bebidas, utilizando siempre insumos nacionales 100% naturales, sin recurrir a endulzantes artificiales, conservadores o aditivos”, se lee en el comunicado.
Aunque el anuncio adelantó la reconfiguración de marcas como Boing, Lulú y Leche Pascual, la empresa no dio un plazo para la eliminación total de ingredientes calóricos en sus recetas. Tampoco detalló los montos de inversión asignados para esta transición, aunque fuentes del sector coinciden en que la reformulación implica procesos largos y costosos.