El Reporte Anual 2025 de la Asociación Mexicana de Energía Eólica (Amdee) muestra que la brecha ya no es tan amplia. Oaxaca lidera con una capacidad instalada de 2,758 megawatts, seguido por Tamaulipas con 1,715 megawatts, una diferencia de poco más de mil megawatts que el estado fronterizo busca cerrar en los próximos años.
Proyectos públicos y privados entran a la disputa
La estrategia se apoya tanto en proyectos públicos como privados. Rendón adelantó que la Comisión Federal de Electricidad ya ha mostrado interés en establecer dos parques eólicos en Tamaulipas, ubicados en los municipios de Reynosa y Matamoros, zonas con condiciones favorables para este tipo de infraestructura.
“Ahorita ya tenemos 2 proyectos que quiere detonar la CFE. Uno es en Reynosa, de aproximadamente 400 megawatts y uno en Matamoros de 700 megas: entonces estamos hablando de 1,100 megawatts que quiere instalar la Comisión Federal aquí en el estado”, explicó el subsecretario.
En paralelo, el sector privado también ha levantado la mano. Al menos siete proyectos eólicos se encuentran en una etapa inicial y están siendo considerados dentro de la planeación vinculante, ya sea en una primera fase o en las subsecuentes.
Algunos de estos desarrollos ya cuentan con posibles puntos de interconexión identificados por el Centro Nacional de Control de Energía, es decir, nodos de la red eléctrica donde pueden integrarse nuevas centrales sin provocar alteraciones al sistema.
El gobierno estatal ha asumido un papel activo para facilitar ese avance. “Hemos estado acompañándolos y uniendo esfuerzos para que esto se logre porque todavía están en fase de desarrollo. Estamos ayudando con los terrenos donde se quieren ubicar los proyectos, viendo quienes son los dueños, si son ejidos, toda esa parte para ver la negociación”, puntualizó Rendón.
El reto de la transmisión y la ventaja del norte
Más allá de los proyectos específicos, Tamaulipas apuesta por su potencial técnico. Estudios de la Secretaría de Desarrollo Energético estiman que, sin detonar toda la capacidad disponible, el estado podría desarrollar de manera relativamente rápida alrededor de 3,700 megawatts de energía eólica y unos 400 megawatts de energía solar en los próximos años.
Este planteamiento contrasta con los retos que ha enfrentado Oaxaca. En el estado del sur, uno de los principales obstáculos ha sido la dificultad para evacuar la energía generada, debido a la saturación de las líneas de transmisión, lo que ha limitado la instalación de nuevas centrales.
Durante el sexenio de Enrique Peña Nieto se lanzó una licitación para construir una línea de corriente directa que conectara el Istmo de Tehuantepec con el centro del país, con el objetivo de llevar la energía a zonas con déficit de generación. El proyecto fue cancelado en 2019, ya bajo la administración de Andrés Manuel López Obrador.
Con ese antecedente, la capacidad de transmisión en Tamaulipas se vuelve un factor clave. Rendón sostuvo que ese análisis ya está sobre la mesa y que, por ahora, existen alternativas viables. “Fíjate que ahorita con la línea de transmisión que tenemos ahorita de Huasteca a Monterrey, este es un gran aliciente para nosotros”, señaló.
El subsecretario agregó que se construyen nuevas subestaciones y que el estado busca detonar otros proyectos de transmisión en coordinación con la Comisión Federal de Electricidad y la Secretaría de Energía, particularmente en el norte de la entidad.