La última colección de Alexander McQueen apuesta por el color
La última colección del diseñador británico Alexander McQueen reveló una fiesta de colores y texturas, donde se celebró su habilidad y pasión por el espectáculo, semanas después de su suicidio.
Los medios británicos informaron que McQueen no había podido superar la muerte de su madre, ocurrida a comienzos de mes y que tenía un historial de depresión.
Sin embargo, sus obras en esta colección presentaban el otro lado de su personalidad: alegre y apegado a la vida.
Los asistentes aguantaron sus lágrimas mientras veían a las impávidas modelos exhibir ropa diseñada para criaturas místicas.
Un abrigo dorado de plumas desplegadas sobre una suave falda blanca con pliegues; una larga bata roja adornada con miles de discos dorados que sonaban de un modo extraño a cada paso; mientras que una capa veneciana bordada evocaba el misterio de un mundo de capas y espadas.
Inspirados por los maestros clásicos de la pintura, la tela fue retirada para revelar un bordado dorado, una falda de plumas o un destello de piel.
Los diseños reflejaban las sangrientas fantasías de Hieronymous Bosch, mientras que largos velos flotantes trazaban la dulce suavidad de una Venus de Botticelli.
"Cada pieza es única, como lo era él", señaló la casa de modas de McQueen en un comunicado que salió junto a la colección.
Conocido como el rebelde del mundo de la moda, McQueen saltó a la fama con provocativas ideas como pantalones cortos de corte bajo conocidos como "bumster", pero sus últimos trabajos eran más deslumbrantes y encantadores que chocantes.
Durante las últimas semanas, las cadenas minoristas han reportado un alza en las ventas de sus ropas y accesorios. La colección de otoño estaba casi lista cuando McQueen se quitó la vida.
"Todo estaba inspirado y desarrollado y todos los modelos fueron cortados por Lee", dijo el director ejecutivo de Alexander McQueen, Jonathan Akeroyd, utilizando el primer nombre de McQueen.