Dos películas mexicanas destacan en Festival de Cine de Montreal
La historia macabra sobre un hombre asesinado, a quien su hermano cercena el dedo y lo deposita en una botella de formol, como compromiso de que vengará su muerte, destacó en la edición 35 del Festival de Cine de Montreal.
Adaptada de la novela El dedo de Baldomero, de Alberto Assadourian, la película El dedo transcurre hacia los años 80 en el pueblo de Cerro Colorado, en la provincia de Córdova.
Esta coproducción entre Argentina y México, dirigida por Sergio Teubal, fue distinguida con el premio Glauber Rocha, dedicado al cine latinoamericano, mientras que otra cinta mexicana, Aquí entre nos, de Patricia Ruiz de Velasco, fue tercer Premio Ópera Prima.
La merecedora del máximo galardón, el Gran Premio de las Américas, fue para Hasta la vista, producción belga de Geoffrey Enthoven que reúne, en comedia con tintes de humor negro, a un paralítico, a un parapléjico y un casi ciego, quienes escapan hacia un idealizado paraíso, en Andalucía, donde desean perder la virginidad.
El Gran Premio del Jurado fue para Crónica de mi madre, del japonés Masato Harada, un relato de relación familiar a través de la cultura nipona. La realizadora Brigitte Maria Bertele fue premiada por Mejor Dirección, gracias a El fuego, de Alemania.
El Mejor Guión fue para Emmanuel Mouret, guionista y director de El arte de amar, una comedia francesa que intercala historias dotadas de humor. El premio a Mejor Actor lo compartieron Danny Huston por Playoff, de Eran Riklis; y el polaco Borys Szyc por The mole, sobre la represión por parte del estado soviético.
Fatehmeh Motamed-arya fue distinguida como Mejor Actriz por la película Here without me (Aquí sin mí), adaptada de El zoológico de cristal, de Tenesse Williams.
Otros premios incluyen el de Ópera Prima para In our name, de Brian Welsh, un segundo premio a Nordzee Texas, de Bavo Defurne, y un tercero para Patricia Ruiz de Velasco, por Aquí entre nos.
El cortometraje laureado fue Nadie tiene la culpa; el premio Ecuménico correspondió a David, historia sobre la efímera amistad entre un niño judío y otro musulmán; y el de Fipresci (Federación Internacional de la Prensa Cinematográfica) fue otorgado a Black Thursday, de Czarny Czwartek.