La joven 'hija' de Carlos Fuentes, 'Aura', cumple 50 años
Aura, la novela corta de Carlos Fuentes publicada por primera vez el 30 de mayo de 1962, vive lo que sus letras describen: una historia en la que los relojes engañan al tiempo y mantienen latente una pasión por mucho tiempo.
Esta obra, una de las primeras novelas del escritor mexicano durante el llamado boom latinoamericano, aún forma parte de las lecturas recomendadas en algunas escuelas de educación pública básica, junto con otros títulos como Batallas en el desierto, de José Emilio Pacheco, y Lilus Kikus, de Elena Poniatowska.
Aura es un texto sencillo en cuanto a los escenarios que lo constituyen, los oscuros cuartos de una vieja casa ubicada en el Centro Histórico de la Ciudad de México a la que el joven historiador Felipe Montero llega por un anuncio de trabajo en el periódico.
En la casa vive una anciana, junto a su sobrina, Aura, cuyo ojos verdes encantan a Felipe, a quien le es encargada una compilación de las memorias del difunto esposo de la señora. Durante su estancia en ese lugar, el protagonista comienza a vivir experiencias entre la fantasía y la realidad.
Las descripciones con las que Fuentes juega con los sentidos del lector —las baldosas llenas de musgo, los olores, los sonidos de los gatos y las ratas— han encantado a generaciones. "Corazones preservados, demonios y santos imaginados".
Hace más de una década, la obra generó polémica luego de que el entonces secretario del Trabajo, Carlos Abascal —quien falleció en el 2008— reprobara que en el plan de estudios de la escuela secundaria de su hija se incluyera la lectura de la obra de Carlos Fuentes, por el lado erótico de la obra.
Abascal, del Partido Acción Nacional (PAN), consideró que algunos pasajes de la novela no eran aptos para jóvenes de esa edad; en particular, el funcionario mencionó una escena donde el joven historiador y Aura tienen relaciones sexuales, en la cual Fuentes hace alusión a la imagen de un Cristo negro que cuelga en la habitación.
Tras las críticas del funcionario, en entrevista con el periódico La Jornada, Fuentes dijo que tener relaciones sexuales debajo de una imagen religiosa "es una de las cosas más comunes en nuestro país (México)".
Pero más allá de esta controversia, la siempre joven Aura cumple 50 años, al igual que otra gran novela de Fuentes: La muerte de Artemio Cruz.
El poeta y ensayista mexicano Hugo Gutiérrez Vega describe a Aura "una obra de fina ficción que se relaciona con el sueño, la imaginación y los distintos niveles de la realidad y de la fantasía en el ser humano", según publica en un comunicado el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.
Gutiérrez Vega señala que esta novela de Fuentes es un modelo en el género fantástico en el que incluye resgos de la moral de la sociedad mexicana.
El texto también ha sido inspiración en la música como la obra de Mario Lavista quien en 1986 compuso un ópera basada en Aura con la que el músico mexicano rinde homenaje a esta "gran obra que ha acompañado a nuestra cultura desde hace cinco décadas", dijo Lavista a Conaculta.
"De esta obra de Fuentes se desprendieron no solo ideas para numerosos creadores, sino que su presencia en la danza, en el cine, en el teatro, en la música, nos presenta de forma arquetípica a una mujer que nos hace vivir una especie de fusión de muchos Méxicos en uno solo, marcando indudablemente nuestros laberintos internos como parte de esta nación", dijo a Conaculta el coreógrafo Guillermo Arriaga Fernández.
En febrero pasado, la editorial Era lanzó una edición conmemorativa de Aura por su medio siglo de vida, con ilustraciones del artista mexicano Vicente Rojo; mientras que la editorial Alfaguara se encontraba en pláticas con el escritor, con miras a sacar también una edición conmemorativa de La muerte de Artemio Cruz.
El escritor mexicano falleció el pasado 15 de mayo en la Ciudad de México, a los 83 años.
Aura fue publicada por primera vez por la editorial Era