México despide a Chavela Vargas al son de canciones rancheras
Cientos de personas se unieron este lunes en una sola voz con el mariachi en la Ciudad de México para despedir a Chavela Vargas , en un homenaje en el que las lágrimas y el tequila no dejaron de fluir.
Varios grupos y cantantes se alternaron para dar un adiós muy mexicano a Chavela en la Plaza Garibaldi, catedral de la música ranchera, y donde la intérprete de Macorina y La Llorona pasó tantas de sus legendarias borracheras con el compositor José Alfredo Jiménez.
Ni la lluvia que cayó durante algunos momentos hizo que la gente dejara de cantar hacia el féretro cubierto por el típico poncho rojo de La Chamana.
“Yo siempre pensé que Chavela no iba a morir y cuando murió me dio mucha tristeza, pero hoy comprobé que Chavela no va a morir, con eso me quedo”, dijo María Cortina, amiga y biógrafa de la cantante, después de la ceremonia. “Me quedo con esto, con todo esto que hemos presenciado, con este pueblo mexicano que quiere a Chavela como lo ha demostrado”.
El cuerpo de Vargas llegó a Garibaldi casi a las 19:00 horas. Algunos asistentes, como Rosaura Zamudio, de 72 años, lo hicieron más de dos horas antes y esperaron bajo el sol para decir adiós a la cantante.
“Estoy aquí por la admiración que siempre le tuve. Canta con mucho sentimiento y, además, es una buena representante de la música mexicana”, aseguró Zamudio.
Entre los asistentes al homenaje destacaron la presidenta del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, Consuelo Sáizar; la secretaria de Cultura de la Ciudad de México, Nina Serratos, y la actriz Vanessa Bauche, quien leyó un poema para Chavela Vargas.
Durante más de tres horas, los acordes del mariachi recorrieron un repertorio célebre en la propia voz rasposa de Vargas: Un mundo raro, Paloma Negra y Las pequeñas cosas.
Varias personas acompañaban los estribillos con ojos enrojecidos y otros más, ya entrada la noche, intercalaban las canciones rancheras con tragos de tequila.
“Como nosotros acostumbramos. En México celebramos la muerte con la vida y con la alegría, con el tequila con el mezcal y damos de beber a la madre tierra y agradecemos por esa vida que nos dio a la Chavela tanto tiempo”, dijo la cantante Lila Downs después del homenaje.
El adiós de las discípulas
Downs, Eugenia León y Tania Libertad fueron las encargadas de rendir la “ofrenda musical” (según las palabras del mariachi) a su amiga y maestra después de la recepción.
Las cantantes alternaron sus intervenciones y se repartieron las canciones más emotivas de la noche. Flor de Azalea y La Bruja fueron las primeras de una lista con una intensidad en aumento que alcanzó sus mejores momentos bajo las letras de La que se fue, Vámonos y Cruz de olvido.
Casi al final del recital llegó el momento de interpretar La Llorona, una canción de muerte y belleza que muestra gran parte de la magia que Chavela dice que vino a buscar a México. Fue la única que Eugenia León, Tania Libertad y Lila Downs cantaron juntas, además de México lindo y querido.
“(Fue) maravilloso poder cantar con mis hermanitas, con Eugenia y con Tania Libertad, a quienes admiro muchísimo y fue un verdadero honor hacerlo, tristemente, ante Chavela”, aseguró Downs.
Downs consideró la muerte de la cantante como “algo muy sagrado y algo muy profano al mismo tiempo”.
En tanto, Eugenia León se refirió al fallecimiento como “un momento único y poético”. “Hoy se va la última gran cantante de este siglo”, dijo entre sollozos.
Una mexicana de alma pura
Hace unos 20 años, Raquel Muñoz comía en un restaurante cuando escuchó por primera vez la voz de Chavela Vargas. “Voltée y dije ‘esa voz’, que me llegó hasta el alma (…) a partir de ahí me empezó a gustar”, dijo la admiradora de 36 años, una de las primeras en llegar al homenaje.
Además de su interpretación de El último trago, Muñoz recuerda a Chavela por “ser congruente con el dolor que cantaba”.
“Siempre fue una mujer congruente, valiente, se enfrentó a los estigmas de su tiempo. Siempre fue auténtica y sin importarle que la gente la juzgara, yo creo que esa es su mayor virtud”, dijo.
Para Lila Downs, Chavela era una “mexicana de alma pura” que brillaba por su “espíritu de guerrera” y por unos riñones que le permitieron “tupirle duro” al tequila.
“Ella cambió el juego. Ella, con su sensualidad, su sexualidad y su identidad mexicana cambió todo. Yo creo que por eso tenemos más libertades las mujeres en la música”, dijo Downs.
El fallecimiento de Chavela, ocurrido el pasado domingo, le deja a México un recordatorio para defender su patrimonio cultural y musical, dijo Eugenia León.
“Fue una de las grandes cantantes dramáticas de nuestro siglo, una cantante que definió perfectamente el estilo del canto mexicano después también de una tradición de grandes cantantes mexicanas, no hay que olvidar a Lola Beltrán, a Lucha Reyes, a la Tariácuri, a Lucha Villa, pero Chavela fue como el parteaguas en donde se define la interpretación profunda de la canción mexicana”, dijo.