El cine digital e internet, el "nuevo universo" para los jóvenes cineastas
Sally Potter es una directora a la que le gusta romper clichés en el mundo del cine. Ha desarrollado un sistema de cooperativa que permite a los actores que trabajan con ella ganar equitativamente y es la primera creadora que hizo debutar una película en un teléfono celular.
El uso de distintas plataformas tecnológicas ha sido un sello característico en su trayectoria reciente, que defiende a pesar de las críticas en su contra. Para esta cineasta británica, lo que cuenta es la originalidad de las historias que se pueden contar.
“El verdadero reto para el cine no es hacerlo digital o en cinta, sino tener una idea que signifique algo y cómo hacerlo bien. La herramienta digital es un gran avance para los jóvenes cineastas que pueden tomar su celular y hacer una película sin dinero y eso es de extraordinaria ayuda”, dice Potter a CNNMéxico.
En 2009, la directora estrenó primero en teléfonos celulares y después en DVD la película Rage, protagonizada por Jude Law, John Leguizamo, Dianne Wiest y la mexicana Adriana Barraza y que narra la historia de una serie de personajes del mundo de la moda que se ven involucrados en un crimen.
Su formato digital y la apariencia de ser grabada mediante un dispositivo móvil le generó algunas críticas negativas, sin embargo, su carácter experimental le valió la nominación para el Oso de Oro del Festival de Cine de Berlín, además de la creación de un nuevo género cinematográfico: el Naked cinema o cine desnudo.
“Pienso que si eres un cineasta experimentado y trabajas digitalmente tu puedes filmar mucho más porque no cuesta más seguir filmando. Es cómo te apliques al medio digital lo que cuenta no lo que el medio digital puede hacer por ti”, dice en entrevista en el marco del Festival Internacional de Cine de Morelia, a donde acudió como invitada de honor y para presentar su reciente producción Ginger & Rosa.
Además de directora, Sally Potter también escribe, actúa, compone, baila y es coreógrafa. Comenzó a filmar en 8 milímetros a los 14 años y aunque sus primeros trabajos no fueron muy conocidos, alcanzó el reconocimiento con Orlando (1992), que recibió dos nominaciones al Óscar.
"Me considero un poco geek, de esas que adoran la tecnología, quiero ver que nos pueden ofrecer ese tipo de medios", dice.
Potter señala que ante los cambios en los medios de producción, ya no hay excusas para hacer películas, sin embargo, el uso de herramientas digitales también ha creado un clima de exceso en el uso de imágenes similares y clichés digitales.
La directora admite que el internet ha cambiado la producción del cine: “Se tiene el sentimiento de que fractura la narrativa, pero las cosas no tienen que pasar en una estricta línea recta, pueden ser (….) por episodios lo que es interesante, pero creo que también el hecho de que en internet exista una gran cantidad de información es una razón que obliga a los cineastas a ser precisos, exactos y sensibles con el pulso de las cosas, ese es el efecto paradójico del internet”.
Más allá de las plataformas para hacer o distribuir cine, Potter destaca que debe conservarse la pasión por el séptimo arte y la capacidad de renovarse y dar movimiento a las historias en pantalla.
“Aún me siento como al principio, porque cada película es un nuevo universo. Cuando termino una película estoy lista para comenzar otra, y digo 'ahora sé cómo hacer esa película'”, dice.