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Arqueólogos encuentran la figura de un jugador de pelota en Guerrero

El jugador de pelota fue "decapitado" y sepultado durante un ritual efectuado en tiempos prehispánicos, según un arqueólogo del INAH
mar 21 mayo 2013 09:25 AM

Arqueólogos localizaron en el estado de Guerrero una estela grabada con la efigie de un jugador de pelota que creen podría tener una antigüedad de 1,000 años, informó este lunes el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

El descubrimiento ocurrió hace algunas semanas cuando pobladores de una comunidad del municipio de Ometepec realizaba la instalación de tubería para transportar agua en el sitio prehispánico de Piedra Labrada, cerca de los límites con Oaxaca, informó el INAH en un comunicado.

“Se trata de la representación de un jugador de pelota decapitado, tiene los brazos cruzados sobre el pecho y las piernas están un poco encorvadas; se observan atavíos como un casco, un yugo a la altura de la cintura y piedras redondas o chalchihuites en las orejas”, explicó el arqueólogo Pablo Sereno Uribe, quien estuvo a cargo de la investigación.

La estela, que se encontró cortada en dos, mide 1.65 metros de largo y 50 centímetros de ancho, y se cree –por la cercanía del lugar en que se encontró con Oaxaca— que es mixteca, y que pertenece al periodo epiclásico, de alrededor del año 600 antes de Cristo, según Sereno Uribe.

El elemento recuperado tiene una base que hace creer que estuvo empotrado como parte del paisaje, y luego fue “decapitado” y sepultado durante un ritual efectuado en tiempos prehispánicos, según investigadores del INAH.

En el sitio de Piedra Labrada hay cinco juegos de pelota; el reciente descubrimiento hace pensar a los investigadores que cuatro de ellos tenían elementos escultóricos de un diseño que no se había documentado.

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Se propondrá al Consejo de Arqueología del INAH que se excave el área con el fin de encontrar cerámica que ayude a conocer más sobre el origen de la estela, la cual está resguardada en una comisaría municipal, dijo Sereno Uribe.

Piedra Labrada tiene una extensión de dos kilómetros cuadrados, y desde el 2011 se desarrolla un mapeo para conocer sus características, el tamaño de sus construcciones, cómo estaban divididas sus plazas y qué materiales escultóricos hay en la zona.

El lugar tenía unos 50 edificios de entre tres y cinco metros de altura sobre varias plataformas, cinco juegos de pelota y más de 20 esculturas de varios tamaños, algunas con forma de serpiente, de caracoles, o con forma humana.

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