Arqueólogos hallan ocho campamentos de los cucapá en Baja California
Investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) descubrieron ocho campamentos temporales de 400 a 7,000 años de antigüedad, en la Sierra Mayor, al sur de Mexicali, en Baja California. Los campamentos están vinculados con la cultura cucapá, informó este lunes la dependencia.
En los campamentos hallaron cientos de huesos de animales (algunos extintos), cerámica, lítica y lugares donde se extraía óxido de hierro que servía de pigmento para pintura corporal y mural.
Los investigadores encontraron estos sitios luego de tres años de trabajar en conjunto con indígenas cucapá, de acuerdo con el INAH.
Los hallazgos revelan “una gran riqueza arqueológica de esta antigua cultura y de los primeros cazadores-recolectores-pescadores que poblaron dicha sierra enclavada en el desierto de Colorado”, según el INAH.
“Los cucapá son una de las cuatro etnias yumanas, originarias de Baja California, región en la que han habitado desde hace por lo menos 2,000 años”, dijo el arqueólogo Antonio Porcayo Michelini, responsable del proyecto de investigación.
Lo anterior fue dado a conocer por el arqueólogo Antonio Porcayo Michelini, responsable del proyecto de investigación Registro y rescate de sitios arqueológicos de Baja California-Fase Municipio de Mexicali, quien en 2008 comenzó a internarse en la sierra en busca de vestigios para integrarlos en el registro y catálogo del INAH.
El especialista detalló que la Sierra del Mayor Cucapá es una región extremadamente árida. En verano alcanza los 50 grados, lo que impide que haya vegetación, y hace que los estratos arcillosos de los cerros queden expuestos. A simple vista se puede apreciar el tono rojizo de algunos depósitos de óxido de hierro y de momentos geológicos importantes de la formación de la península.
Los arqueólogos constataron que en ciertas zonas quedaron rastros visibles de la actividad prehistórica de extracción de esa arcilla.
Los ochos campamentos encontrados contienen estructuras circulares de piedra conocidas como “corralitos”, que servían de cimiento para tejer enramadas, y donde se habitaba.
En cada campamento se encontraron de cinco a siete corralitos, lo que indica que hubo varias familias viviendo de manera temporal, explicó Porcayo.
Al momento de excavar los sitios, en dos corralitos se descubrieron cientos de huesos de animales consumidos como alimento.
Antes se pensaba que los corrales solo eran utilizados para pernoctar, pero la nueva evidencia demuestra que también eran usados como hornos para cocinar. Los mismos eran cubiertos con tierra en época invernal para aprovechar el calor del suelo y tener un reposo nocturno más confortable.
El especialista señaló que entre la fauna identificada por la arqueozoóloga Andrea Guía Ramírez destacan las aves. Hasta ahora no se sabía que los cucapá explotaban esta especie. En total, 90% de los restos de aves analizados corresponde a la especie zambullidor pico amarillo, un animal acuático, y en menor cantidad se identificaron gaviotas y pelícanos.
A lo largo de los cañones también se descubrieron vestigios de materiales arqueológicos así como senderos de tránsito que conducían de un sitio a otro.
La cerámica hallada tanto en las áreas de actividad cucapá como en los senderos, está elaborada con las mismas características de las piezas que aún fabrican los indígenas pai pai de la Sierra de Juárez para su vida cotidiana.