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Los directores de casting: los héroes no reconocidos de Hollywood

Dustin Hoffman en 'El Graduado', Christopher Reeve en 'Superman' y muchos casos más revelan la importancia de estos personajes desconocidos
lun 05 agosto 2013 10:58 AM
dustin hoffman el graduado the graduate
dustin hoffman el graduado the graduate dustin hoffman el graduado the graduate

Jon Voight se había equivocado.

A principios de la década de 1960, era un actor que luchaba, tenía una escena grande y emotiva en el drama de televisión Naked City. Por su propia cuenta, se quedó corto. Quería disculparse con la directora de casting que lo ayudó a conseguir el papel, Marion Dougherty.

Redactó cartas. Se imaginó hablando con ella. Estaba avergonzado por la actuación. “Fui tan malo, casi me enfermo físicamente al verla”, recuerda en un nuevo documental, Casting By.

Varios años después, desesperadamente quería el papel protagónico en una nueva película de John Schlesinger, Midnight Cowboy. Pero la directora de casting de Midnight Cowboy era Marion Dougherty.

Voight voló a Nueva York para reunirse con ella. Se apareció en su puerta y se disculpó miserablemente. Pero Dougherty, siempre franca, no le importaba.

“Jon, eso es el pasado”, recuerda que le dijo. “¿Qué te parecería conocer a John Schlesinger?”.

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Voight fue nominado a un Oscar por la película, que fue nombrada mejor película en 1969, y estaba en camino.

Esa es solo una de las muchas historias sobre la graciosa y astuta Dougherty, una pionera del casting, compartida en Casting By. El documental sobre directores de casting, que celebra las contribuciones de esta ocupación de Hollywood en su mayoría descuidada, está programado para transmitirse la noche de este lunes en HBO .

Dougherty, cuya carrera de cinco décadas comenzó en los primeros días de la televisión, recibe particular atención. Se le acredita revolucionar el negocio del cine al contratar a muchos de los talentos que vio en el mundo de la actuación de Nueva York; personas como Voight, Al Pacino, Glenn Close, Robert De Niro, Dustin Hoffman, Diane Lane, John Travolta y Robert Redford. Su ascenso fortuitamente coincidió con el declive del sistema de estudios, que acabó con los actores por contratos que eran puestos en películas como muchos platillos de un menú chino.

También fue mentora de varios futuros directores de casting, incluida Juliet Taylor (quien ha hecho más de tres docenas de películas con Woody Allen, así como La lista de Schindler, Working Girl y Network) y Ellen Lewis (Forrest Gump, The Birdcage y varias películas de Martin Scorsese).

“(Hacer la película) abrió una ventana para mí en este mundo del casting de la cual no había estado realmente consciente antes”, dice el director de Casting By, Tom Donahue, en una entrevista telefónica. “Realmente no entendía las contribuciones del director de casting y cuán importantes son creativamente”.

"Todos creen que saben cómo elegir a un elenco"

No es el único.

Aunque el casting puede crear o terminar con una película, el trabajo a menudo es pasado por alto; ciertamente por los que ven las películas, quienes puede que no estén conscientes del largo proceso que toma encontrar a los actores correctos para los papeles correctos e incluso por el negocio mismo del cine.

De hecho, el crédito de director de casting en las películas es “selección de elenco por” porque el Sindicato de Directores de Estados Unidos previno durante mucho tiempo que alguien más fuera llamado “director” en una película. (La regla fue flexibilizada para los cinematógrafos, a menudo llamados “directores de fotografía” y para los directores de arte).

“No es algo que la mayoría de las personas entiendan”, dice Marcia Ross, una veterana directora de casting, cuyos créditos incluyen Oblivion, Diario de una princesa y Ni idea. (Una de sus exasistentes, Kate Lacey, fue productora en Casting By). Hay una tendencia en el casting, porque las personas conocen quiénes son los actores y por eso casi todos creen que saben cómo elegir a un elenco”.

El casting, dice, significa pasar por innumerables carretes, presentaciones y audiciones para llenar los papeles de una película; conocer a los representantes y horarios de los actores, establecer una relación con el director y, en estos días más que nunca, poder negociar un sistema de Hollywood en el que muchas personas tienen una participación en el éxito financiero de una película, así como en el éxito artístico.

“Hay mucha microadministración y mucho involucramiento en el comité”, dice Ross. “Ahora es más difícil que nunca elegir a los actores”. 

Es un enigma: los productores pueden querer un nombre establecido, mientras que los directores de casting pueden ver a un desconocido con potencial de verdad; un desconocido que no obtendrá una oportunidad hasta que se convierta en, bueno, un nombre establecido.

Y aún así, dice, el trabajo tiene recompensas reales, particularmente cuando esos desconocidos tienen éxito.

Fue una emoción que Dougherty sintió una y otra vez, con su serie de actores entrenados en Nueva York. (¿Su secreto? “reacción visceral”, dice en la película). También Ross le ha dado a algunos actores sus primeros papeles, incluidos Paul Rudd (Ni idea) y Chris Pine (El diario de una princesa 2).

Cuando El diario de una princesa 2 salió, Pine (ahora conocido como capitán James T. Kirl de Star Trek) estaba listo para regresar a Nueva York después de recorrer Hollywood para encontrar el papel ocasional de invitado en televisión, dice Ross.

“Me impresioné mucho con él y lo traje para que lo viera él (director) Gary Marshall y fue increíble”, recuerda. “Pero lo que pasaba con Chris es que nunca había hecho una película y nadie lo conocía. Creo que las personas estaban un poco nerviosas. Pero realmente creí en él, di muy buenas razones, y obtuvo el papel”.

"Por dentro, Benjamin Braddock es pequeño y judío"

El casting a menudo está inspirado por un poco de casualidad. “Hay algo mágico en encontrar a la persona correcta para un papel”, dice Ross.

Hay muchos ejemplos. Se supone que Redford iba a interpretar a Butch Cassidy en Butch Cassidy and the Sundance Kid, pero creía que era más apropiado para Sundance y Dougherty lo apoyó. Donahue de Casting By dice que Clint Eastwood en realidad fue considerado para el protagónico en Superman de 1979, pero Lynn Stalmaster (otro pionero del casting) creía que el papel estaría mejor con un desconocido y escogió a Cristopher Reeve.

Y, en algo clásico del casting, Dustin Hoffman obtuvo el papel de Benjamin Braddock en El graduado. En la novela de Charles Webb, Braddock es una persona atlética, blanca, anglosajona, protestante de clase alta (alguien que se parece a Redford, quien en realidad fue considerado para el papel), pero Stalmaster y el director Mike Nichols buscaban alguien que pudiera proyectar la inseguridad del personaje.

En un clip de Casting By, Hoffman recuerda su incertidumbre.

“Le dije a Nichols que no creía que fuera el adecuado para el papel. (Braddock es) una especie de anglosajón, alto, delgado, bien parecido”, recuerda Hoffman. “Y él dijo, ‘tú eres judío’. ‘Así es, de estatura baja y judío’ dije. ‘Bueno, por dentro, Benjamin Braddock es bajito y judío’, dijo”.

A pesar de su papel clave en la construcción de películas, los directores de casting todavía no reciben todo el crédito que merecen. Eso literalmente fue en el comienzo: Stalmaster fue el primer director de casting en obtener el “crédito único” (en el que la persona es el único que aparece en la pantalla) en El caso Thomas Crown.

Incluso hoy en día, todavía hay algo de resistencia. A pesar de intentos de hacer que la posición se reconozca para una consideración en los Oscar, la academia de cine aún tiene que hacerlo. (Por otra parte, cuando los colegas impulsaron a Dougherty para un reconocimiento honorario en los Oscar, ese intento también fracasó).

Sin embargo, los actores lo recuerdan. Uno de los placeres de Casting By es ver a los actores que desde hace mucho tiempo tienen fama y fortuna convertirse en sus versiones más jóvenes y contar historias sobre tener dificultades para pagar la renta, pelearse por comida, preguntándose por su trabajo y después ser bendecidos por la varita mágica de un director de casting.

Sin embargo, Ross, quien ha estado en casting durante más de 30 años, dice que la idea de crear y terminar carreras no entra a su mente. Simplemente cree en lo que hace.

“Amo el talento”, dice. “El negocio cambió mucho, pero muy en el centro, mi amor por el talento y por ayudarlos a obtener la oportunidad de trabajar no ha cambiado”.

Dougherty, quien murió en 2011, se sentía de la misma forma y el sentimiento era recíproco: Casting By termina con una serie de tributos de sus colegas.

Puede que no haya sido muy conocida, pero Voight le da un gran cumplido; uno que se le debe a muchos directores de casting.

“Podía ver lo que las personas no podían ver”, dice.

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