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100 años de Octavio Paz: el legado inigualable de un poeta muy crítico

Su lenguaje poético y su amplia visión, lo convirtieron en uno de los referentes de la cultura mexicana, según escritores y amigos
mar 25 marzo 2014 06:17 AM

De la poesía reflexiva sobre el amor a los ensayos críticos de la sociedad mexicana, así de amplio es el legado de la obra de Octavio Paz, según sus amigos y críticos, que, a casi 16 años de su muerte aún debaten sus alcances.

Algunos de los textos más relevantes del escritor fueron publicados hace más de 50 años y, con motivo de los 100 años del nacimiento del Premio Nobel de Literatura 1990, CNNMéxico entrevistó a escritores y amigos de Paz para hablar sobre la importancia actual de su obra.

“El legado principal es su poesía. Siempre se consideró un poeta que escribió sobre todo, porque sabía de todo un poco”, considera el crítico literario y académico Hugo Verani.

El también profesor de las universidades de California y Notre Dame puso como ejemplo el poema Piedra de Sol: “no me puedo imaginar el siglo XX en lengua española sin Piedra de Sol. Es la unión de todas las eras en torno a un aspecto que es muy humano: la persistencia del amor”

“Es un poema que no es solo inteligencia. Combina sabiduría, la riqueza de su lenguaje y la imaginativa y el encantamiento que tenía Paz con el mundo”, señala.

Piedra de Sol, un poema de 584 versos, está incluido en el libro Libertad bajo palabra, publicado en 1960.

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Para otros conocedores de la obra del autor mexicano, el legado de Paz es la crítica social que realizaba a través de una ideología liberal.

“Octavio Paz se caracteriza por una pasión crítica que permea el resto de su obra (…) Propone una visión crítica, múltiple, moderna, de reflexionar, de oponerse a lo existente desde una postura liberal”, menciona el escritor Sergio González Rodríguez.

“Siguen vigentes muchas de sus propuestas. Podemos verlo porque Octavio Paz no acudió a la invención de una mitología. No se basó de una literatura ficticia. Se basó en fenómenos culturales. Una cultura de mestizaje que arrastra la herencia prehispánica, la herencia colonial y los impulsos modernos de los siglos XIX y XX”.

Otros consideraron que el mayor legado de Paz fue como promotor cultural. Este es el caso del escritor y amigo de Paz, Fernando Savater: “además de ser un creador, fue un gran agitador cultural. Organizó revistas, actos públicos, dio apoyo a jóvenes que estaban comenzando y a muchos nos reveló autores que no conocíamos”.

¿Y qué fue del Laberinto de la Soledad?

En 1950, Octavio Paz publicó el ensayo El Laberinto de la Soledad, un texto en el que hace una crítica sobre la identidad de la sociedad mexicana y que se convertiría en un referente internacional.

Hugo Verani y Sergio González aseguraron que, más de seis décadas después, las propuestas en el estudio de Paz aún siguen vigentes.

“El problema de la identidad sigue siendo clave en México. Hay aspectos en el mexicano en ciertas clases sociales en las cuales es muy vigente a pesar de que el país se ha modernizado enormemente”, dice Verani.

“Hay otros grupos sociales con los que ya no tiene que ver el Laberinto de la soledad, como las grandes ciudades, pero hay otros, como ciudades pequeñas, en la frontera y con los campesinos, en el que sigue siendo vigente”, agrega.

Sergio González menciona que no solo México, sino varias de las comunidades en América Latina buscan tener identidad y Paz fue “un precursor” en revelar este fenómeno en sus estudios culturales.

En el Laberinto de la Soledad y como parte del análisis de identidad de las comunidades latinas, Paz hace referencia a los pachucos, personas nacidas en Estados Unidos y de origen mexicano que vestían y hablaban de una forma peculiar.

“Sesenta años después tenemos reformulaciones de los pachucos, donde las comunidades buscan una subjetividad propia, apropiarse de elementos contemporáneos”, considera González.

La generosidad, el otro legado

Hugo Verani tiene una anécdota para hablar sobre lo que él considera la cualidad más importante de Octavio Paz: el ser generoso.

“A finales de 1970, mientras estaba en su casa, llegó su empleada y le dijo ‘Señor Octavio, hay tres jóvenes que le traen un libro para entregarle’, a lo que él contestó: ‘dígales que estoy ocupado, pero que dejen su libro y pasen en dos semanas para que les dé mi opinión’. Octavio Paz era ya el gran escritor y aún tenía tiempo para darle a tres jóvenes desconocidos la opinión sobre sus escritos”, recuerda Verani.

Este crítico uruguayo, junto con 21 escritores más, hablará sobre la vida del Nobel de Literatura el 31 de marzo en el Palacio de Bellas Artes, en la Ciudad de México. Ese día es la fecha en que Paz cumple 100 años de haber nacido.

“De Octavio Paz nos queda su obra, pero los que lo conocimos recordamos muchas anécdotas de generosidad y paciencia (…) recordamos sus gestos, sonrisas y muestras de afecto”, menciona Savater.

Sergio González dice que las circunstancias del siglo XX fueron las que formaron la ideología y el carácter del escritor mexicano, para el que se tienen preparadas una serie de actividades y publicaciones en homenaje a los 100 años de su nacimiento.

“Nunca habrá un Octavio Paz. Es producto de su tiempo, de una síntesis extraordinaria de talento e inteligencia. Podremos ver cosas mejores o peores. Es el privilegio de la época que él vivió”, añade González.

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