García Márquez, el vecino que no dudaba invitar una taza de café
Para Alicia Sobrado y su hijo, Juan Antonio Pérez Sobrado, Gabriel García Márquez quedó en sus recuerdos no solo como un gran escritor sino como el vecino que no dudo en invitarles una taza de café y mostrarles su biblioteca.
Amigos del Nobel colombiano visitaron la casa del escritor en la Ciudad de México este viernes para dar sus condolencias y destacaron no sólo el legado literario del escritor sino su calidad humana y lealtad.
Sobrado y su hijo, vecinos del Nobel en la colonia Jardines del Pedregal, hablaron con él por primera vez en 2007 durante la inauguración de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL).
Alicia se acercó a él. "Le dije, maestro queríamos conocerlo desde hace años y no se nos había dado"
Un vigilante de seguridad privada se acercó a Alicia para retirarla, pero el escritor intervino. "Me tomó del brazo y dijo 'la señora y su hijo vienen conmigo'", recuerda.
García Márquez los llevó a una sala en el recinto de la FIL donde les dio su teléfono para acordar una reunión.
El momento anhelado llegó dos años después cuando el escritor en persona contestó el teléfono y les dijo que lo visitaran, anteriormente su familia se los habían negado, explicó Alicia. "Yo entiendo como lo cuidaban (su familia) siempre había negativas, pretextos", recuerda.
La reunión ocurrió en agosto de 2009. "Nos recibió en la puerta. Nos llevó a su biblioteca, que está en la parte de atrás de su casa, tras pasar el jardín. Y nos ofreció un café colombiano que estaba delicioso".
García Márquez preguntó sí queríamos que nos regalara un libro, "con su presencia y una sonrisa, con eso me conformo", le contestó Alicia, que este viernes juntó con su hijo llevó flores amarillas a la puerta de la casa que conoció hace cuatro años.
El escritor firmó el ejemplar de Cien años de soledad de Juan Antonio, el hijo de Alicia, que en ese momento cursaba la licenciatura de Derecho, tachó la palabra "soledad" de la primera hoja y escribió "Cien años de felicidad".
Un amigo de los amigos
El cineasta Felipe Cazals mantuvo una amistad de 40 años con García Márquez, a quién recuerda por su calidad humana.
"Nunca le oí hablar mal de nadie", señaló tras dar el pésame a la familia del escritor este viernes.
Cazals recuerda haber comido múltiples veces con él en el restaurante Amaya, en Barcelona, que recuerda era uno de los favoritos del escritor.
El periodista Jacobo Zabludovsky recordó este viernes la última vez que vio a García Márquez en una reunión hace unos meses, "era un hombre abierto, leal a sus amistades".
Uno de los mejores momentos a su lado fue en 1982 cuando el escritor y su esposa Mercedes lo invitaron a Estocolmo, a la ceremonia donde recibió el Premio Nobel de Literatura.
Zabludovsky conserva "como un gran tesoro" una réplica de la medalla, dijo al salir de la casa del escritor este viernes.
Otro en lamentar la pérdida fue el escritor mexicano Fernando del Paso. "Fuimos muy amigos y particularmente en la década de los sesenta cuando compartíamos muchas tardes de conversación en el mismo barrio, lecturas y comidas", dijo el novelista en entrevista con la agencia AFP.
Del Paso, de 79 años, recuerda "con nostalgia" un viaje que hizo en la década de los 60 con García Márquez, y sus respectivas esposas, al puerto de Veracruz.
"Estábamos en el café el hotel Diligente y yo me pare en una silla con mi tarro de cerveza en alto, como si fuera la Estatua de la Libertad y dije en voz alta: 'señoras y señores, quiero comunicarles a todos que estoy muy feliz'", recuerda. "Hoy puedo decirles que estoy muy triste", expresó a la agencia.
García Márquez falleció este jueves a los 87 años en su casa de Jardines del Pedregal. Su familia anunció que sería incinerado en privado y recibirá un homenaje público en el Palacio de Bellas Artes este lunes a las 16:00 horas.