La mayor cosecha de medallas para el boxeo mexicano ocurrió "en casa".
Ricardo Delgado Nogales y Antonio Roldán, de pesos pluma y mosca respectivamente, ganaron oro derrotando al polaco Arthur Olech y al estadounidense Albert Robinson.
Además, Joaquín Rocha en peso completo y Agustín Zaragoza en welter obtuvieron bronce.
Ricardo Delgado, conocido en el los cuadriláteros como el Picoso llegó a la cita olímpica con un récord de 125 triunfos y cuatro derrotas. Tras su retiro, se mudó a Cancún, donde abrió una arena bóxistica que llevaba su nombre, de acuerdo con datos del COM.
Antonio Roldán Reyna se retiró cinco años después de su gesta olímpica. Puso una tienda de artículos deportivos y se convirtió en entrenador de boxeadores.
Joaquín Rocha se dedicó a entrenar boxeadores del Ejército, dio clases de acondicionamiento físico a sindicalizados del IMSS.
Mientras que Agustín Zaragoza se volvió instructor de boxeo en el ISSSTE y más tarde se volvió juez al recibir la acreditación de la Asociación Internacional de Boxeo Amateur.