El 'yoga con cabras' es real… y cientos de personas quieren hacerlo
Es un poco difícil de creer que, como somos una sociedad que ama al yoga y a las cabras, hayamos esperado tanto para hacer realidad esta idea. Pero había que dejar que Lainey Morse de Oregon, Estados Unidos, descubriera algo tan glorioso como el yoga con cabras.
Sus clases de yoga con cabras se han vuelto tan populares que hay una lista de espera de 1,200 personas, a la que cada día se suman más.
Las clases se llevan a cabo en la hermosa granja de Morse en Oregon, en donde las cabras tienen acceso libre a los invitados durante su rutina. No es raro que se acerquen a jugar y tampoco es raro que una cabra trepadora haga la postura del "perro mirando hacia abajo".
Morse dice que es una combinación perfecta.
"Las cabras son perfectas para la práctica del yoga porque no solo se combina la naturaleza y los animales, sino que se combina el yoga y armonizan muy bien".
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Cómo comenzó el yoga con cabras
Morse tiene una pequeña granja en un pintoresco rincón del oeste de Oregon. La granja se llama No regrets (sin arrepentimientos), nombre muy adecuado porque Morse se mudó por capricho desde Arizona y desde entonces no ha mirado atrás.
También tiene ocho cabras porque… pues porque siempre quiso tener cabras y ese sueño no podía posponerse.
Un día, durante una fiesta de cumpleaños para un niño que organizó como parte de una subasta para beneficencia, una mamá que daba clases de yoga se le acercó con una propuesta interesante.
"La mujer dijo: 'de verdad deberías organizar una clase de yoga aquí'", explicó Morse. "Le dije que estaba de acuerdo, pero que las cabras tenían que participar".
No pasó mucho tiempo para que la idea se popularizara.
Una cabra para el alma
Conforme las sesiones se llenan y a la lista de espera se suman decenas (o cientos) de personas todos los días, Morse se maravilla de lo mucho que la gente se conecta con sus animales.
"Para mí lo más divertido es ver la cara de las personas cuando una cabrita se les acerca mientras hacen una postura de yoga. Es una distracción, pero es una distracción alegre".
Morse cuenta que ha llegado gente de otros estados y, para muchos de ellos, es un viaje más impulsado por la curiosidad o por un intenso deseo de conocer cosas extravagantes.
"Puede sonar tonto, pero el yoga con cabras realmente está ayudando a la gente", dijo Morse. "Las personas que llegan tienen ansiedad, depresión; se están recuperando del cáncer o de alguna enfermedad". Morse también usa a sus cabras en terapias asistidas con animales para personas que sufren de depresión o que tienen alguna discapacidad.
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"No cura enfermedades, pero ayuda a que la gente lidie con lo que sea que estén viviendo".
Morse lo entiende profundamente. Hace más o menos un año y medio, le diagnosticaron un trastorno autoinmune y estaba pasando por una etapa difícil en su vida.
"Llegaba a casa todos los días y pasaba un rato con mis cabras; para mí fue muy terapéutico", cuenta. "Es difícil estar triste y deprimido cuando las cabras bebé te están saltando encima".
No hay palabras más llenas de verdad.