¿Se comió un filete grasosito o tantos mariscos que trae el colesterol hasta el techo? No se apure, pida de postre un mousse de chocolate o un racimo grande de uvas frescas, que si no logran despegarlo del todo, por lo menos consiguen diluir un poco el mal colesterol de sus arterias y de ciertos órganos, especialmente corazón y cerebro. Eso aseguran médicos expertos en problemas cardiovasculares de Estados Unidos y Argentina quienes han investigado los poderes de algunos alimentos.
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La recomendación es comer diariamente una cantidad moderada del fruto de la vid –quizás una copa de vino–, manzanas, pasas, ajos y cebollas, entre otros vegetales. Otro alimento maravilla es el chocolate, que contiene flavonoides y polifenoles, los cuales impiden que se adhiera el colesterol en las arterias cuando están químicamente oxidadas. Ya los mayas y los aztecas utilizaban el cacao para bajar los niveles altos de grasa en el torrente y oxigenar células y tejidos.
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