De Cabo Verde, antigua colonia portuguesa, surge el género - musical llamado morna. Y nace con la rica herencia del mundo lusófono, con el - fado y la samba como especias que la sazonan. Los melómanos ya conocen a - Cesaria Evora y ahora una protegida suya empieza a ser reconocida más allá - del archipiélago africano. Su nombre: Fantcha. Criolinha (Tinder - Records), su primera grabación en más de una década y la primera, también, - en distribuirse a escala mundial, es un delicioso escaparate de emociones - externadas con el fino instrumento de la voz humana. Fantcha interpreta mornas - sobre la nostalgia que aqueja a los emigrantes y sobre los diversos malabares - para sortear la pobreza, pero también canta acerca del amor a los hijos (“Cinderela”) - y de la inclinación por lo sencillo (“Sodade de mundo”). A lo largo del - disco sobresalen las composiciones de su compatriota Paulino Vieira, leyenda - viva en su tierra, quien alguna vez dijera: “La morna es nuestra religión y - nuestra terapia. Nos tranquiliza y nos permite olvidar nuestras dificultades.”
Publicidad