Los científicos mexicanos en Boston
Miguel de Icaza, mexicano de 25 años y uno de los creadores de software libre más famosos del mundo, no soporta el clima de Boston, está cansado de la fast food que se vende cerca de su oficina y no es precisamente un fanático del gobierno de Bush. Está en Massachussets casi por accidente, dice él, pero desde Ximian, la compañía para la que trabaja, está contribuyendo a cambiar la historia de la era de la información.
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Este innovador es un ejemplo de cómo el conocimiento tecnológico es una de las mejores visas que pueden tener los mexicanos para ser globales y competir. Así lo subraya Juan Enríquez, otro connacional que desde la Escuela de Negocios de Harvard está motivando a los estudiantes para que entren al mundo de la biotecnología, la nueva ciencia que habrá de separar, según dice, a los países con posibilidades de aquellos a los que más les valía bajar la cortina.
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¿Qué tanto pueden los negocios mexicanos aprovechar el trabajo de estos creadores y estudiosos de la tecnología? Expansión visitó a algunos de ellos para averiguarlo.