(1884-1972)
CERVECERÍA MODELO
- Nacido el 29 de julio de 1884 en Vegaquemada, provincia de León, España, don Pablo Díez Fernández no fue sólo el fundador de ese gran consorcio que ha dado, fama mundial a la cerveza mexicana, sino el activo filántropo por cuyos méritos el país le otorgó la Orden del Águila Azteca.
- Hijo único del matrimonio formado por doña Gregoria Fernández y don Ceferino Díez, tuvo, empero, seis hermanos: Regina, la mayor, y Eutiquia, Paulina, Atilano, Teodoro y Lorenza, los menores.
- Viudo una y otra vez, don Ceferino no se resignó nunca a dejar a sus hijos en la orfandad materna, de modo que a la muerte de doña Gregoria (ella misma viuda y madre de Regina), contrajo nupcias con doña Eduviges Rodríguez, con quien tuvo una niña; y luego con doña Eustoquia Alonso, con quien procreo a los cuatro últimos.
- Tantas pérdidas no restaron el ánimo de don Pablo quien, ferviente católico, adoptó como su madre a la Virgen del Camino, a cuya devoción se consagró hasta el fin de sus días. Muy joven ingresó al convento de los padres dominicos, en el Monasterio de Corias, donde aprendió matemáticas, geografía, historia natural, geóloga, gramática, francés, griego y filosofía; pero después de cuatro años de vida conventual quedó claro para él y sus preceptores que no era ese su camino.
- Fray Pablo dejó los hábitos a los 20 años y a los 21 inició su carrera por el rumbo que habría de marcar a tantos y tantos compatriotas. O como él decía: "Me lancé a la emocionante y española aventura de América".
- Sin más hacienda que el dinero que le prestaron los padres dominicos, se embarcó en Coruña rumbo a México y una vez aquí se empleó de contable en la panadería Venegas.
- Más tarde administró la panadería La Primavera, con cuyo propietario se asoció en 1912, para adquirirla luego en su totalidad, y más tarde estableció Pan Ideal, la primera panadería mecanizada.
- Por esas fechas regresó de nuevo a España, saldó su deuda con los dominicos y se asoció en diversos negocios. Hacia 1914, habiendo reunido $300 pesos de los de entonces, fundó con otros socios la primera fábrica de levadura comprimida de panificación en México: Leviatán y Flor.
- 1916 fue un año crucial para el forjador de la Cervecería Modelo. De vacaciones por España, conoció don Pablo a doña Rosario Guerrero Herrero, con quien se casó en 1918. No tuvieron hijos pero, fieles a la doctrina cristiana, se entregaron juntos a las causas sociales: crearon asílos para ancianos, guarderías y escuelas primaria; fundaron el Instituto Nacional de Cancerología, la unidad hospitalaria Pablo Díez y la Escuela de Enfermeras del Sanatorio Español. Fueron, además, benefactores generosos de la Cruz Roja, la Beneficencia Española y la Universidad Anáhuac, entre otros.
- "El Jefe" y la cerveza
Junto con un grupo de socios, inauguró en 1925 la Cervecería Modelo, a la que ingresó a trabajar como gerente cinco años después. A la muerte de don Braulio Iriarte, presidente de la compañía, don Pablo lo sustituyó y, en 1936, adquirió la porción accionaria que le dio mayoría.
- Con él a la cabeza, la Modelo se convirtió en matriz de un grupo creciente de industrias que abarcaron la fabricación de envases, empaques de cartón, tapas y corcholatas, malta, etcétera. Y fue, además, cofundador de Celanese, Industrias Eléctricas de México (IEM), Condumex, Empaques de Cartón United, Empaques de Cartón San Pablo, Fábrica Nacional de Vidrio, Extractos y Maltas y Fábrica Nacional de Malta. Fue vicepresidente del Banco Nacional de México y cofundador y consejero de Fundidora Monterrey.
- Lo llamaban "El Jefe" y así lo recuerdan todavía. Dicen que vivió con las puertas abiertas, que sabia el nombre de todos y a todos trataba con igual respeto. Su austeridad era palpable: en 20 años no cambió de coche y nunca hizo alarde de su haber.
- Su nacionalismo quedó muy claro: en su testamento está escrito que de su capital no puede salir de México un centavo, sino invertirse en crear industrias y fuentes de empleo. Su obsesión fue asegurar que la obra que él había levantado casi de la nada se consolidara y creciera. Por eso, el 8 de julio de 1969, al entregarle la Banda de Primera Clase de la Orden del Águila Azteca, Antonio Carrillo Flores, a la sazón secretario de Relaciones Exteriores, dijo de él: "No es ni un sabio, ni un artista; ni hombre de gobierno, ni diplomático. Es español y es generoso". Además, en 1970 la Canaco de la Ciudad de México le otorgó la medalla al mérito civil.
- A su muerte, el 17 de noviembre de 1972, una multitud lo acompañó hasta el Panteón Español. Al paso del cortejo salió la gente a despedirse. Ahí, frente a las instalaciones de la Cervecería Modelo, los obreros hicieron guardia espontánea. El corneta de la banda de música de la empresa tocó a silencio y por unos instantes todo se acalló. Luego vino un estruendoso aplauso. Celebraban a un hombre que, habiendo llegado a América sin más capital que su tesón y su esperanza, había dejado aquí mucho más que una fortuna.