La indiscreción tuvo lugar el 30 de mayo de 2002 en un foro turístico celebrado en el World Trade Center. El entonces secretario de la Contraloría, Francisco Barrio, reveló el contenido de una reunión convocada por el presidente Vicente Fox en Los Pinos.
- El 10 de diciembre de 2001 ante el secretario de Hacienda, el procurador general de la República, el secretario de Gobernación y el propio Barrio, se habrían analizado las implicaciones en términos de gobernabilidad de proceder contra los responsables del desvío de recursos de Pemex, vía el poderoso Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana -(STPRM), hacia la campaña de Francisco Labastida. En la mira estaban, entre otros líderes, el entonces diputado Carlos Romero Deschamps y el senador Ricardo Aldana Prieto.
- En aquella reunión el secretario de Gobernación, Santiago Creel, habría desplegado ante el presidente y los miembros del gabinete diferentes escenarios de riesgo como la posibilidad de actos de sabotaje con implicaciones muy severas en los mercados financieros internacionales. En esencia, escenarios de inestabilidad y turbulencia.
- De acuerdo con la versión de Barrio, Vicente Fox hablaba de la necesidad de dar un quiebre, “romper con lo más malo de -una época y empezar una época nueva”. “Todos ustedes saben –habría dicho el mandatario– cuánto me importa la reforma fiscal […]. Sin embargo, no cambio cacahuates (la reforma fiscal) por lingotes de oro (el -Pemexgate).”
- La impertinencia –o ingenuidad– del secretario Barrio de divulgar lo tratado en esa reunión permite hoy dimensionar los saldos del -Pemexgate. Primero, el arreglo en lo oscurito de septiembre de 2003, entre el -PRI y el PAN, que anuló la convocatoria para instalar el Jurado de Procedencia que analizaría el desafuero del senador priísta y tesorero del sindicato, Aldana Prieto.
- El gobierno federal y el sindicato petrolero habrían llegado a un acuerdo administrativo para que el -STPRM devolviera el dinero que Pemex le otorgó en el año 2000 para restarle agravantes al escándalo político-financiero.
- La impunidad que prevalece se ha visto agravada por el nuevo convenio de Pemex con el Sindicato que llevó a la salida de Raúl Muñoz Leos. Mientras se desinfla el -Pemexgate, se integra un Pemexgate II, mucho más oneroso que el original. Los compromisos pactados representan $7,781 millones de pesos; entre ellos, la obligación de Pemex de pagar $4,200 millones de pesos para integrar un “fondo sindical de vivienda”, propiedad del sindicato; $2,826 millones de pesos entre este año y el próximo para servicios médicos, y $50 millones ¡para festejos de la expropiación petrolera!
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* El autor es analista político.