El agente policial
Todos los días, de las siete de la mañana a las nueve de la noche, dos agentes de la policía del Distrito Federal vigilan una transitada esquina de la colonia Roma. Por resolver riñas, atender denuncias de robos, intervenir en accidentes y hacer lo posible por prevenir secuestros, estos “azules” que prefieren mantener en el anonimato sus nombres reciben un sueldo de $5,200 pesos al mes. Éste es el costo de la renta mensual de un departamento en la colonia que vigilan.
- Tienen prácticas de tiro y entrenamiento sólo una vez al año. Están armados con pistolas calibre 38, de baja capacidad de fuego, y sus chalecos antibalas caducaron hace tiempo. Como prestaciones tienen 20 días de vacaciones por año y 15 días de aguinaldo. Si alguno llegara a cumplir la cuota de consignar determinado número de criminales ante el Ministerio Público, entonces recibiría un “estímulo”: una despensa básica y, si hay dinero, unos $10,000 pesos. “Pero en los cinco años que llevamos trabajando en esto nunca nos ha tocado que nos den ese estímulo”, dice uno de ellos.
- En Tijuana, una de cada cinco personas que ve a un policía, de acuerdo con un estudio de la investigadora Lilián Ovalle, lo cree un delincuente. La percepción en el Distrito Federal es que si hay un choque no llegan a auxiliar, sino a medir “de a cuánto” les va a tocar.
- Deserción, corrupción, ausentismo, personal de bajo perfil, un gran número de vacantes y serios problemas de autoestima son los principales problemas de los policías del Distrito Federal, según un informe de 1998 de la Secretaría de Seguridad Pública. En 2002 murieron asesinados más de 70 policías, ocho por mes, y pocas profesiones cuentan con un nivel tan alto de desprestigio.
- LAS PROPUESTAS
Crear el servicio de carrera policial. Los estudios deben tener una duración de entre dos y cuatro años, con tendencia a la especialización, y materias como acondicionamiento físico, defensa personal, armamento y práctica de tiro, conducción de vehículos, civismo, ética y derechos humanos, criminalística, orden público y control de multitudes, derecho penal, metodología y técnicas de investigación.
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- Debe fomentarse una estrecha cooperación entre la policía y el Ministerio Público.
- El otorgamiento de grados en mandos debe ser en función de exámenes y cursos.
- La policía preventiva debe ser mediadora en cualquier conflicto que se presente en la comunidad. Generar para ello foros de convivencia entre policías y vecinos.
- Debe haber una relación entre la labor policial y el salario que reciben, acorde con los riesgos, capacitación o nivel.
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Fuentes: Luis de la Barreda, Instituto Ciudadano de Estudios sobre la Inseguridad AC (ICESI); Mario Arroyo, Centro Internacional de Estudios sobre Seguridad (CIES); plataforma de México Unido Contra la Delincuencia; Sigrid Artz, especialista en Seguridad Nacional y directora de la Asociación Democracia, Derechos Humanos y Seguridad, AC; Consejo Ciudadano de la Secretaría de Seguridad Pública