"La unión hace la fuerza" y para ciertos países andinos, la unión es más que una frase gracias al Mercado Integrado Latinoamericano, Mila, una asociación entre las bolsas de Chile, Colombia y Perú.
"Mila ha probado que en América Latina es posible la integración financiera", dice Juan Pablo Córdoba, presidente de la Bolsa de Valores de Colombia y uno de los responsables de la alianza.
Mila quiere ampliar y profundizar los mercados de valores y unir bolsas con distintos fuertes: Chile en servicios y minoristas, Colombia en finanzas y Perú en minería.
"La meta principal era cambiar la idea de que todo se tiene que llevar a cabo en Nueva York, que hay vecinos en los que vale la pena invertir", agrega Córdoba.
Sin embargo, Mila enfrenta retos a largo plazo, con los entes reguladores atrasados en la supervisión de divisas, complicaciones impositivas, y el mercado está muy poco comerciado. No es fácil conseguir inversionistas que busquen invertir en países y en empresas que desconocen.
Si bien los volúmenes de Mila no son grandiosos, y quizás hasta resulten desalentadores, "se ha convertido en algo mucho más grande que una plataforma de operaciones", señala Rupert Stebbings, director de Gestión de Celfín Capital, un agente de bolsa que opera en los tres países.
La Bolsa Mexicana de Valores ratificó su compromiso de integrarse a Mila, sujeto a autorización legal y regulatoria.
Quienes cotizan en Mila lograron una capitalización conjunta de 703,000 mdd. Si México se une, ésta superaría el billón de dólares. Mila podría superar a Bovespa de Brasil con su capitalización bursátil de 1.2 billones de dólares.
"Realmente admiramos a Brasil", dice Córdoba. "Pero ofrecemos la diversificación de América Latina porque la región es mucho más que ese país".