Súper Empresas Expansión remplazan al Estado en bienestar
Las compañías que integran el ranking de las Súper Empresas Expansión 2015 le están echando la mano al Estado en su responsabilidad de garantizar bienestar, al ofrecer prestaciones por arriba de la ley.
El ranking, integrado en 2015 por 165 empresas , es elaborado para Expansión por la firma de medición de cultura y clima organizacional, Top Companies. Ésta califica a los grupos empresariales según sus mejores prácticas y los divide en tres listados de acuerdo con el número de empleados (de más de 3,000 , entre 501 y 3,000 y hasta 500 ).
Algunas prestaciones de estas compañías son los servicios de gastos médicos mayores, planes privados de jubilación, apoyo para estudios y becas para los hijos de los colaboradores, actividades recreativas, comida gratuita o subsidiada y servicio de transporte.
Pese a la reforma fiscal
A pesar de que la reforma hacendaria aprobada en diciembre de 2013 redujo a la mitad la deducibilidad de las prestaciones, las grandes empresas trataron de mantener estos beneficios.
“Las grandes empresas prefirieron absorber el costo fiscal ”, explica el especialista en capital humano y obligaciones estatales de la consultora KPMG, Rubén Dávalos. La firma está en el lugar 10 del listado de entre 501 y 3,000 empleados.“La labor de cobertura social que debía cubrir el Estado principalmente fue asumida por los empresarios, en ciertos casos”, dice Dávalos a Expansión en su edición del 22 de mayo de 2015.
Entre las principales empresas del país, ninguna reportó grandes reducciones en sus prestaciones el año pasado, según un estudio sobre remuneraciones que elabora la consultora Mercer, a partir de una encuesta a 505 empresas.
Algunas compañías incluso ofrecen más beneficios que hace 15 años, dice el director de Información de la consultora, Gerardo García, a la revista cuya suscripción está disponible en el Kiosco Digital de Grupo Expansión.
Pero estas prestaciones son para los trabajadores de “cuello blanco”, explica David Castro, investigador e la Universidad Autónoma de Coahuila (UAC). Es decir, los altos directivos y los ejecutivos medios. Sin embargo, la mayoría de los trabajadores recibe los mismos o menos beneficios que antes, añade el académico.
En general, las prestaciones empeoraron en México desde 2012, luego de la reforma laboral que legalizó la subcontratación o outsourcing. Las Súper Empresas fueron la excepción.
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Por encima de la ley
Las compañías del listado Súper Empresas dan prestaciones por encima de la ley para atraer y retener talento, coinciden directores de recursos humanos de los sectores farmacéutico, automotriz y tabacalero.
“Buscamos cumplir con la parte que nos toca”, dice el director de Recursos Humanos de General Motors, Miguel Ángel Sánchez. GM está en el lugar siete del ranking de Súper Empresas con más de 3,000 empleados.
A menudo, estas compañías privadas cubren necesidades que las políticas públicas no otorgan con la mejor calidad. Ante el bajo crecimiento de México, los empresarios tuvieron que asumir algunos servicios que debería ofrecer el Estado, dice Dávalos, de KPMG.
Mantener esta política es decisión de cada empresa y depende de su sentido de responsabilidad, dice la directora de Recursos Humanos de Fresenius, Miriam Rábago.
¿Qué ofrecen las Súper Empresas?
Hay cinco categorías de prestaciones que ofrecen las Súper Empresas en el país. Las dos primeras son el sueldo base y las prestaciones de ley y previsión social, como el aguinaldo, la prima vacacional, el fondo de ahorro y los vales de despensa. Luego están los pagos variables a corto plazo: utilidades, bonos y comisiones anuales.
También hay incentivos de largo plazo, como opciones de acciones de las compañías o bonos pagaderos a más de un año. Por último, algunas de estas empresas dan beneficios adicionales, como los seguros de gastos médicos mayores y de vida, planes privados de pensiones, automóviles o membresías deportivas.
Estos paquetes de prestaciones son superiores a los que otorgan las compañías de Estados Unidos, dice García, de Mercer. Allá, el paquete de compensación consiste en el sueldo base y algunos beneficios, pero hay muy pocas ventajas más. 'Nuestra casa matriz a veces no entiende qué es el aguinaldo o la prima vacacional', comenta San Germán.
A la medida
Las Súper Empresas le ponen más atención al diseño de sus políticas de prestaciones. Por ejemplo, tienen programas flexibles de beneficios para sus trabajadores, que se adaptan a las necesidades de cada empleado.
“Tenemos un portafolio base y un esquema flexible de beneficios”, explica un vocero de la tabacalera Philip Morris en un correo electrónico. “Cada empleado, dentro de ciertos límites, puede personalizar algunas prestaciones”.
Ford y General Motors también ofrecen estos programas, y Fresenius está a punto de lanzar su propio plan.
Las prestaciones no sólo ayudan a las firmas a elevar su competitividad, también fortalecen el compromiso de sus empleados. Por ello, además de otorgar beneficios, promueven el bienestar.
“A la empresa le genera altos beneficios a bajo costo”, dice García, de Mercer. Por ejemplo, algunas compañías ofrecen transporte nocturno a su personal para prevenir que sea víctima de robo, según FTI Consulting, una firma que investiga temas de seguridad, entre otras cosas.
Otras empresas reprograman los horarios para evitar que salgan muy tarde de trabajar.
Estas medidas no son recientes. Hace más de cinco años, en una encuesta que Mercer le hizo a empresas que operan en zonas fronterizas del país, más de la mitad admitió tomar medidas contra la inseguridad y la violencia. La más común era ofrecer transporte a sus empleados.
Lotería laboral
El panorama sería prometedor si todas las empresas dieran prestaciones superiores a la ley. Pero sólo las ofrecen las multinacionales, las grandes compañías y algunas firmas medianas, como las del listado de Expansión de hasta 500 empleados.
Las pequeñas empresas, en cambio, se limitan a conceder las prestaciones de ley. Por ello, los 21 millones de mexicanos que trabajan en los 4.86 millones de micro y pequeñas empresas del país (99% del total de los negocios de México) sólo pueden aspirar a recibir los beneficios que exige el Estado. Son siete de cada 10 empleados.
“La necesidad de empleo de la gente hace que acepten condiciones mínimas de seguridad”, dice Rábago, de Fresenius. Seis de los casi 34 millones de trabajadores que laboran en México trabajan y operan en condiciones críticas, según cifras del INEGI.
Trabajan más de 35 horas semanales y ganan menos de 2,000 pesos al mes. La legalización de la subcontratación de trabajadores en 2012 profundizó esta situación y diluyó aún más las prestaciones de los mexicanos, dice Castro, de la UAC.
El personal subcontratado, por ejemplo, no tiene derecho a utilidades. Además, a veces las empresas que subcontratan registran a los trabajadores ante el IMSS con un salario mínimo y el resto lo pagan con bonos o compensaciones distintas al salario, afirma este académico.
A dos años y tres meses de la reforma laboral, las contrataciones eventuales en México crecieron más que las permanentes al pasar de 13% en 2013 a 14.7% en marzo de 2015. El empleo permanente, en cambio, pasó de 87 a 85.3% en el mismo periodo, según datos de este año.
Seguro sin Estado
Tres cuartos de los trabajadores encuestados por la aseguradora MetLife, en un estudio de 2013, consideraban importante contar con un seguro de gastos médicos.
Pero sólo 8.5 millones de personas —7% de la población— tiene uno, según la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros, que agrupa las 78 aseguradoras más grandes.
“La baja cultura de aseguramiento y el alto costo de esta cobertura son factores que limitan el crecimiento de los seguros”, dice Ricardo Casares, director de Soluciones en seguros de salud, de la consultora PwC.
Sin embargo, en la última década, la contratación de seguros médicos aumentó 156%, en promedio, según un estudio de PwC. Las empresas que los ofrecen contribuyeron a este aumento.
“Como organizaciones, no podemos esperar que el Estado nos dé todo”, dice García. El IMSS hace un “maravilloso trabajo” en la base de la pirámide, donde está el grueso de los trabajadores, opina. “Pero hay un bloque que no acude al IMSS, y por eso las compañías complementan su afiliación con seguros”.
Con 17.5 millones de afiliados al primer trimestre de 2015, el IMSS ofrece servicios médicos a 60 millones de personas, 50.8% de la población. Pero la institución apenas tiene dinero para atender a sus pacientes, pagar prestaciones a sus trabajadores y cumplir con sus cuotas de jubilación, según un estudio del organismo.
Al cierre de 2013, el IMSS reconoce un déficit de 574,732 millones de pesos. Las prestaciones de las Súper Empresas en la atención a la salud y los seguros de gastos médicos ayudan a aliviar este problema del IMSS, afirma San Germán, de Ford.
Si bien las compañías completan algunas de las responsabilidades que tiene el Estado con los empleados, también reciben beneficios de éste, dice San Germán.