El Iron Man de los negocios

Cuando Robert Downey Jr., el actor que interpretó a Iron Man, visitó las instalaciones de SpaceX, en 2007, le pareció que Elon Musk y Tony Stark (Iron Man) eran el mismo tipo de hombre. “Se aferran a una idea para dedicarse a ella de por vida y no desperdician ni un momento”.

Sin embargo, Musk se autodefine en Twitter, donde tiene casi tres millones de seguidores, con sólo cuatro palabras, las mismas que resumen su carrera: “Tesla, SpaceX, SolarCity y PayPal”.

Musk fue la mente detrás de estas compañías de sectores diversos, pero no incompatibles. Puede ir del FinTech a la industria automotriz, igual que del sector energético al aeroespacial .

En el libro Elon Musk: Tesla, SpaceX, and the Quest for a Fantastic Future, el periodista Ashlee Vance relata en más de 400 páginas el recorrido de Musk, desde cómo vendió el código fuente de un videojuego a los 12 años y cómo se abre paso en la industria de los autos eléctricos hasta su sueño de colonizar Marte, en 2040.

El libro, Vance no sólo enlista los logros financieros del magnate de 44 años, también aborda su lado humano.

Sus inicios

El emprendedor serial no tuvo una infancia sencilla en Sudáfrica, su tierra natal. El bullying, según Vance, hizo de los años escolares de Musk un infierno, al grado de terminar inconsciente debajo de una escalera después de ser brutalmente golpeado por sus compañeros de primaria.

Sin embargo, desde pequeño tenía interés por la ciencia. En la adolescencia, encontró uno de los libros que más influyeron en su pensamiento: The Hitchhiker’s Guide to the Galaxy, de Douglas Adams. A partir de entonces, cuenta Vance, Musk entendió que la humanidad avanza más por sus ideas que por sus preguntas.

“Aprendí que deberíamos incrementar el alcance y la escala de la conciencia humana para entender mejor qué preguntas hacer”, dice Musk en el libro. Eso lo motivó a mudarse a Canadá, con intenciones de llegar a Estados Unidos algún día.

Sin dinero con qué sostenerse, vivió por un tiempo de la ayuda de familiares maternos y trabajos intrascendentes, hasta que se graduó de Física y Economía en la Universidad de Pensilvania. Pronto, él y su hermano fundaron Zip2, una empresa que Vance describe en el libro como una “mezcla de Google y Yelp”.

El reino de Musk

Para finales de los años 90, Musk ya había recibido 22 millones de dólares por parte de Compaq a cambio de Zip2, y levantaba X.com, empresa que más tarde se fusionó con PayPal. Sin embargo, Vance insiste en que la prioridad de Musk no es el dinero, sino el avance de la humanidad.

El autor cuenta en el libro que, en una de las reuniones con Musk, éste le explicaba que hay demasiadas personas inteligentes trabajando en el sector de internet, finanzas y leyes. “Por eso no hay tanta innovación”, dijo el emprendedor serial. Así, en 2001 y 2003, respectivamente, y ya con la ciudadanía estadounidense, Musk creó SpaceX y Tesla Motors. El sueño infantil de mover a la humanidad se volvió realidad y, desde entonces, SpaceX y sus más de 4,000 empleados han producido una nave espacial, dos vehículos de lanzamiento y más de 100 motores espaciales. Tesla Motors, por su parte, produjo los primeros vehículos completamente eléctricos, tanto deportivos como un sedán de lujo, y espera desarrollar nuevos modelos.

Sin embargo, no todo es felicidad en Musk Land, el nombre que Vance otorga a la fábrica de cohetes de SpaceX en Los Ángeles. Todo CEO enfrenta crisis y Musk no es la excepción.

En 2008, los primeros tres lanzamientos al espacio de SpaceX fallaron. No sólo sus negocios estaban en la cuerda floja, Justine, su ahora ex esposa, le ganaba un acuerdo de divorcio que incluía 2 millones de dólares en efectivo, 80,000 dólares de pensión mensual y un Tesla Roadster.

Musk enfrentaba una crisis profesional y emocional. Todo al mismo tiempo. Hasta que sucedió un “milagro de Navidad”. En diciembre de 2008, SpaceX firmó un contrato con la NASA, tres meses después del primer lanzamiento exitoso del Falcon1.  Los inversionistas de Tesla Motors incrementaron su inversión y, en tres días, sus empresas se salvaron. “Un cuarto fracaso del Falcon 1 hubiera sido el fin. Caput”, dice Musk acerca de ese periodo de su carrera. Y así, el Iron Man de carne y hueso sobrevivió.

Y es que, definitivamente, hay algo acerca de Musk que sugiere misterio, genialidad e innovación propia de un texto de ciencia ficción. En palabras de Vance: “Elon Musk es un cuerpo en constante movimiento. Para cuando leas este libro, puede ser que haya declarado la guerra formalmente a las máquinas de inteligencia artificial de Google, ¿quién sabe?”.

Entre los proyectos principales de Musk, a mediano plazo, está el de rodear la Tierra con miles de satélites para proveer internet de alta velocidad a todo el planeta e, incluso, a otros, como Marte, en el futuro, explica Musk. “No veo a nadie haciéndolo”, le dijo a Vance.

Musk también es un ícono de la cultura pop. Apareció en un episodio de Los Simpson, en el que aterriza en un cohete en el jardín de Homero y Marge. Seguro que quienes le hicieron bullying en el pasado ahora mueren de envidia. 

Cinco consejos de Elon Musk

- “Para que las cosas sucedan, el primer paso es visualizar que es posible”.

- “Más que pensar cómo ganar dinero debemos reflexionar sobre cómo resolver los problemas del futuro”.

- “Está bien poner todos los huevos en una canasta, si puedes controlar lo que le pase a esa canasta”.

- “Debes tener la motivación de hacer que las cosas pasen, de otro modo, conseguirás sentirte terrible”.

- “Crear una compañía es como hornear un pastel: debes tener los ingredientes correctos en la proporción adecuada”.

 

En una frase: Elon Musk pasó de ser un niño que sufría bullying a uno de los empresarios seriales más innovadores.

Especial para: Emprendedores y líderes de negocios interesados en conocer la historia de uno de los hombres de negocios más visionarios.

Elon Musk: Tesla, SpaceX, and the Quest for a Fantastic Future (‘Elon Musk: Tesla, SpaceX y la búsqueda de un futuro fantástico’), Ashlee Vance, 421 páginas, 21.03 dólares (impreso), 15.25 (digital), en Amazon.

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