Existe un portal en internet tan idiota que siento vergüenza de divulgarlo, se denomina www.whotohate.com. La idea del creador del sitio es que si usted le paga 5 dólares, y le escribe el nombre de alguien que usted odia, el sitio informará a la aborrecida persona acerca de sus sentimientos personales. Hoy recibí uno de esos mensajes, lo cual indica que alguien me odia lo suficiente como para estar dispuesto a pagar 5 dólares para que reciba tal correo electrónico.
Desde una perspectiva económica, el sitio está proporcionando un producto interesante. ¿Obtiene algún tipo de utilidad la persona que gasta 5 dólares por declarar (aunque de manera anónima) que odia a alguien? O ¿proviene la utilidad del dolor (real o imaginario) del destinatario cuando descubre la profundidad del odio de otra persona?
Para una persona que me odia de manera activa, la única fuente de satisfacción sería el primer canal. Cada día recibo gran cantidad de odios. Y el odio es más feroz que ese mensaje anónimo que recibí de alguien que gastó 5 dólares. Por cierto, el hecho de que la persona que me odia me identificó como Steve Levitt, de California (donde viví mientras cursaba en Stanford, hace una gran cantidad de años) me hizo reír.
Y pensar: Quizás el sitio debería permitir a la persona que odia gastar más de 5 dólares. Por ejemplo, mediante el pago de 50 dólares, podría enviar la muestra de su odio directamente al destinatario. Tal vez quienes odian prefieren enviar 10 mensajes separados a un costo de 5 dólares cada uno para crear la impresión de que varias personas odian al destinatario, en lugar de concentrar todo el odio en una sola persona.
Lo que me entristece es que el portal podría afectar a adolescente inocente que es odiado por sus colegas. Debe ser bastante desalentador que una persona, que recolecta apenas unos emails por día, reciba 10 o 12 de esos mensajes diciendo que seres desconocidos la odian.
La buena noticia es que al parecer, no hay muchas personas deseosas de gastar para divulgar su odio. La lista de las 10 personas más odiadas incluye nombres conocidos. (Omití nombres de personas que desconozco): George W. Bush (siete); Hillary Clinton, Oprah Winfrey y Gloria Steinem (tres cada una) y Barbara Boxer (dos).
Tomando en cuenta que de todas las personas que odian al presidente de Estados Unidos, George W. Bush, sólo siete pagaran, entonces para llegar a la lista de 10, sólo se necesita que dos personas lo odien. Eso no debe ser difícil para mí, ya estoy a medio camino.
El consejo de seguridad
Hace siete años, una estudiante de Harvard, Ilyana Kuziemko, me envió un mensaje por correo electrónico. Quería saber si había algún puesto disponible para investigaciones durante el receso de verano.
En esa época nadie enviaba ese tipo de correos, así que la contraté. Tenía talento, por tanto, no me sorprende que hoy, como graduada de Harvard, produzca muy buenas investigaciones. Con Eric Werker escribió el ensayo ¿Cuánto vale un sitio en el Consejo de Seguridad? Ayuda exterior y sobornos en Naciones Unidas.
En su ensayo, Kuziemko y Werker descubren que si un país obtiene un escaño rotativo en el Consejo de Seguridad, la ayuda extranjera sube 60%.
Una vez el país abandona el Consejo de Seguridad, la ayuda se reduce a los antiguos niveles. El impacto en la ayuda es inclusive mayor cuando hay importantes eventos internacionales (como la invasión a Irak) que pone al Consejo de Seguridad en primer plano.
El ensayo será publicado en el próximo numero de la revista The Journal of Political Economy, de la cual yo soy uno de los editores.
Steven D. Levitt es uno de los autores del libro Freakonomics
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