“¿Para qué nos sirve? Para encontrar un mejor crédito. ¿Qué quiero como deudor? Pagar lo menos posible y en mejores plazos. Gracias a la movilidad hipotecaria hay competencia entre los bancos en beneficio del cliente”, explica Mauricio Calva, académico de la Facultad de Empresariales de la Universidad Panamericana (UP).
El trámite es relativamente sencillo, pues con la última reforma fiscal se facilitaron los mecanismos para que la gente pudiera analizar en qué institución la convenía tener su hipoteca y propiciar la portabilidad de un banco hacia otro, agrega por su parte Juan Kasuga, director de la empresa Creditaria.
Si se realiza un análisis adecuado, comenta el experto, “la gente puede ahorrar entre un 10% y un 20% del costo total de su hipoteca. Además, todos los bancos redujeron desde hace unos meses sus tasas de interés. Hay personas que contrataron su crédito hace unos 8 años y están pagando 12% o 13% cuando ahorita pueden tener ahorros sustanciales muy interesantes”, destaca.
Además de este ahorro, es posible obtener también una disminución en las mensualidades, una ayuda adicional nada despreciable, sobre todo en momentos complicados como los que se viven a causa del coronavirus.
Lo anterior se traduce en ahorro de lazo y costo total de la hipoteca.
Sin embargo, existen algunos aspectos que debes considerar antes de tomar esta importante decisión y los cuales te decimos a continuación:
1. Tasa de interés y mensualidades: El primer punto a tomar en cuenta tiene que ver con la tasa de interés que te cobrará la institución a la que posiblemente te lleves el crédito, así como la cantidad que tendrás que pagar cada mes y el famoso costo anual total (CAT).
2. Gastos notariales: “No es un trámite que salga gratis. Tienes que incurrir en gastos como la cancelación de la hipoteca anterior y la contratación con la nueva institución, esto generalmente ronda el 3% de la deuda que tengas –si debes un millón de pesos, estamos hablando de 30,000 pesos que va a costar el cambio de hipoteca”, apunta el director de Creditaria.
3. Tabla de amortización: Al principio la mayor parte de las mensualidades va al pago de intereses, conforme avanza la vida del crédito se abona cada vez más a capital. “Si vamos muy avanzados en la vida del crédito quiere decir que estamos pagando mucho capital y movernos tal vez no hace sentido. Por eso conviene ver en qué parte del a vida del crédito vamos”, subraya el académico de la UP.
4. Infonavit y FOVISSSTE: “la gente que tiene créditos FOVISSSTE o Infonavit también puede refinanciar sus hipotecas con la banca. No en todos los casos, pero es casi seguro que si tienes un crédito en salarios mínimos es conveniente cambiar el crédito bancario”, dice Juan Kasuga.
5. Penalizaciones: aunque es poco común que haya algún castigo por pagos adelantados o liquidación anticipada, algunas instituciones fijan un plazo antes de poder liquidar el crédito antes del plazo pactado.
6. Antes de firmar el contrato un crédito hipotecario es importante contar con un “colchón” de tres meses de sueldo o tres mensualidades para poder hacer frente a cualquier eventualidad, considera Mauricio Calva.
