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Historias sin un final feliz en El Buen Fin

No todas las compras que se hacen durante esta temporada de descuentos terminan con un cliente satisfecho y una buena experiencia personal.
lun 20 noviembre 2023 06:00 AM
Historias sin un final feliz del Buen Fin
El Buen Fin 2023 tendrá promociones y descuentos del 17 al 20 de noviembre.

“Antes de la pandemia compré un colchón en Walmart en línea y nunca me llegó”, dijo Pactli Edgar Durón, quien no la pasó bien luego de tratar de aprovechar el descuento que encontró hace cuatro años en El Buen Fin.

Así como Pactli, miles de clientes han tenido experiencias que no terminan con un final feliz y tiene una historia de terror a la hora de hacer alguna reclamación.

“La guía de entrega se quedó estancada como dos semanas. Entonces empecé a llamar y me decían: ‘lo vamos a checar con bodega’. Quince días después volvía a rastrear el producto y me apareció que la compra había sido cancelada”, comentó.

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El precio del colchón que había pedido era de 6,500, pero tenía un descuento de alrededor de 1,000 pesos. “Me dieron la opción de elegir otro, pero el más parecido tenía un costo de 7,000 pesos, aproximadamente”.

Pactli terminó por acudir a la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), pues no llegó a un arreglo con la tienda.

“La Profeco hizo su papel. La licenciada que me atendió sí estuvo al pendiente”, reconoció Durón al apuntar que además de la devolución del monto de la compra, obtuvo una compensación de 20%.

Una vez que hubo un acuerdo con Walmart, explica, hubo otro problema con la devolución, pues la compra la hizo con una tarjeta de vales. Además, lamenta, la compensación estuvo condicionada a hacer una compra mínima en la tienda.

Para la edición 2023 del Buen Fin, del 17 al 20 de noviembre, la Profeco hizo un llamado a las tiendas participantes a no ofrecer más producto del que tienen en existencia para evitar este tipo de problemas.

En 2022, la Profeco recibió 574 reclamaciones, 44% menos que las 1,030 de 2021; de las que 91%, terminaron en conciliación.

“He leído varios comentarios de Walmart, en el sentido de 'compré algo y lo sigo esperando, no me llegó o se tardaron tres meses en entregármelo'”, expuso Pactli.

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Imprevistos

Existen otros factores por los que la gente puede tener problemas a la hora de pagar. Por más organizado que seas y aunque hayas planeado tus compras, no estás exento de que algún imprevisto provoque un desequilibrio en tus finanzas y no puedas cumplir con todos tus compromisos.

“En 2013 -durante El Buen Fin-, aproveché para sacar varias cosas que necesitaba: una pantalla y otras cosas por el estilo. Tenía una planeación de pago. Soy contador y tenía mis ingresos, mis egresos y todo cuadraba”, contó a Expansión Humberto Perea Rivera.

El monto total rondaba los 25,000 pesos, mismos que Humberto planeo a 12 meses. “Sin problema lo puedo pagar”, pensó en ese momento. “El problema fue que me separé. Tenía todo planeado, pero no pensaba en divorciarme”, agregó.

Una vez que se completó la separación, empezó a pagar pensión alimenticia, se cambió de casa y empezó a pagar una renta más elevada que antes.

“Ahí fue donde todo tronó. Dejé de pagar una mensualidad”, apuntó Humberto al recordar que, además de la deuda que adquirió durante El Buen Fin, había un saldo pendiente de alrededor de 10,000 pesos. En ese momento, dijo, dejó de pagar tres tarjetas de crédito: BBVA, Citibanamex y Liverpool.

Unos meses, pensando en que no se viera afectada su calificación en el Buró de Crédito, Humberto pago aproximadamente seis mensualidades, pero solo aportó el pagó mínimo. “Cuando me di cuenta, de 35,000 pesos, ya debía 50,000 o 52,000 pesos; siete u ocho meses después, el banco me estaba cobrando 60,000 pesos. Fue cuando dejé de pagar”, dijo Perea.

Pasó el tiempo y las finanzas de Humberto se estabilizaron. Sin embargo, “nunca hice por pagar. Me ofrecieron pagar 5,000 pesos y me sacaban de Buró. Nunca lo quise hacer”, apuntó.

La tarjeta de crédito donde tenía la mayor deuda en 2013 era de BBVA, donde ahora comenzarán a depositarle la nómina. “En teoría, por los 10 años que pasaron ya no debería haber problema, incluso ya no tengo calificación negativa en el Buró”, sin embargo, “estoy a la expectativa de ver qué es lo que pase una vez que le depositen su primer pago.

Una de las consecuencias fue que durante varios años no tuvo acceso a un crédito al consumo.

“Hace unos tres años me ofrecieron una tarjeta de Stori. Empecé con 1,000 pesos de crédito, que luego aumentó a 3,000 pesos. Después me dieron una tarjeta de crédito de Banorte, que es donde tengo mi nómina, y de ahí me empezaron a soltar tarjetas otra vez”, concluyó Humberto Perea.

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