La economía es la ciencia de las decisiones y todos necesitamos aprenderla. Esta es la filosofía que Silvia Cristina Singer impulsa al frente del Museo Interactivo de Economía (MIDE) desde su apertura, en 2006, y ahora con la reciente renovación del espacio para adaptarse a las preocupaciones del público.
El MIDE revela su fórmula: Así logró que la economía sea un juego atractivo para sus visitantes

El MIDE comenzó como una iniciativa del Banco de México (Banxico) en 2001. La idea fue audaz, pero sobre todo necesaria. El banco central consideraba que la sociedad necesitaba de un espacio sobre educación financiera y buscaron métodos modernos para hacerlo: un museo interactivo.
Aunque Singer es bióloga de profesión, tiene una amplia trayectoria en proyectos de divulgación científica como el Universum y el Museo de la Luz, ambos de la UNAM, así como en el Papalote Museo del Niño, donde fue directora. Banxico consideró que era la mejor persona para liderar el diseño del concepto y su puesta en marcha.
En un primer momento resultó desconcertante. “¿Qué hago aquí si no soy economista”, pero cambió de perspectiva. La economía se trata de un tema de cultura general, y así como se aprende a leer y a escribir, “tenemos que aprender economía y finanzas, porque si no, es muy difícil el camino al bienestar”. Con el apoyo de expertos y alianzas con empresas sobre economía, emprendieron el diseño del museo en 2002.
Mirar hacia la vida cotidiana, la fórmula del MIDE para el éxito
“Soy una ferviente creyente de que la gente tiene que saber ciencia y pienso que necesitamos saber de economía porque es la ciencia de la toma de las decisiones. Y si las personas no aprendemos a tomar decisiones, muchos aspectos de nuestra vida estarán comprometidos”, afirmó en entrevista la directora del MIDE.
La clave para lograr que las personas entendieran este punto fue directa: apuntar a situaciones de la vida cotidiana para mostrar el peso real de la economía en el entorno inmediato.
“Todo lo que el público ve en nuestro museo, todos los juegos interactivos, tienen como base tomar decisiones.” explicó. Algunos son de manera individual y otros de forma colectiva, pero están inspirados en el día a día.
“Si no es un ejemplo de la vida cotidiana, no cabe en el MIDE. Si no estás tomando una decisión, no cabe en el MIDE”, dijo.

Un ejemplo icónico del museo es la sala Pesadillas financieras, dedicada a los problemas económicos que le quitan el sueño a las personas. Por ejemplo, el uso de tarjetas de crédito.
“No arrancamos con teorías, sino con la preocupación real: ‘Ya gasté más de lo que podía y mañana vence la fecha de pago’. A partir de ahí explicamos qué es la fecha de corte, qué significa la fecha límite y cómo manejar la tarjeta para evitar problemas.” explicó Singer.
El museo en realidad es un provocador de las ganas de aprender
No es una clase de economía, y tampoco se pretende serlo. El MIDE es más bien un generador de interés. A través de la experiencia y vida cotidiana, se busca crear una conexión con el visitante, además de buscar la empatía y confianza.
“Nuestros mensajes son cercanos, sencillos, y nunca tratamos de vender nada al visitante. Aunque tengamos patrocinadores, su presencia es discreta. El día que el público perciba que estamos tratando de venderle algo, perderemos su confianza”, aseguró.
El museo abrió sus puertas en 2006, un año después, iniciaron los problemas que derivaron en la Gran Recesión, un periodo de crisis económica global que hizo ver la urgencia de la educación financiera. “Entonces el mundo empezó a voltear hacia el MIDE y decir ‘Yo quiero uno como ese’”, presumió Singer.
De acuerdo con la directora, diferentes organismos internacionales acudieron al MIDE por asesorías para crear su propio museo interactivo de economía, otros solicitaron acompañamiento y otros directamente les dieron el proyecto completo. Algunos de los países fueron Canadá, Francia e Italia.
“Hemos hecho y participado en muchos museos alrededor del mundo y hoy hay más de 40. Se puede decir que es un producto netamente mexicano y eso debería hacerlos sentir muy orgullosos”.
Desde su apertura, el MIDE ha recibido muchos reconocimientos como el Premio Miguel Covarrubias del INAH en la categoría Mejor proyecto de planeación y Museo Abierto al público en 2006, el Premio Banamex en Educación Financiera por su trayectoria y a las aportaciones educativas innovadoras en 2015; el Premio al Mérito Turístico de la Ciudad de México en 2017.
A nivel internacional, también ha tenido galardones como Gold Muse Award en 2007, el máximo premio que se otorga por la aplicación de las nuevas tecnologías y estrategias educativas en museos de la American Alliance of Museums. También ha tenido otros reconocimientos y menciones honoríficas de Excellence in Financial Literacy Education Award.
La necesaria renovación del museo
El mayor desafío para un museo de su tipo es la obsolescencia. El cambio tecnológico y los intereses de las nuevas generaciones obligan que el museo se renueve permanentemente, en ciclos de al menos cada cinco años.

“Un ejemplo muy claro fue el de las pantallas touch. Cuando las instalamos eran una novedad, pero en cuanto la gente empezó a usar el scroll en sus celulares, si una pantalla del museo no respondía igual, decían que estaba descompuesta. Tuvimos que cambiar todo”.
La pandemia aceleró este proceso. “Nos restregó en la cara qué tan dependientes somos de la conectividad y de los medios digitales. Los jóvenes pospandemia piensan y aprenden de otra manera, así que el museo tiene que hablar en su mismo lenguaje”, dijo Singer.
Y no solo de tecnología, también de incorporar nuevas temáticas o perspectivas. En esta renovación, se incluyó un enfoque de género y otros temas urgentes como los derechos humanos y la sustentabilidad.
El MIDE se prepara para abrir nuevamente sus puertas en octubre de este año, y seguir su camino como referente de educación y divulgación financiera y económica en México, y enseñar que ello va más allá del dinero.
“Nos interesa el bienestar, no que la gente se vuelva rica. Queremos que las personas aprendan a tomar mejores decisiones para mejorar su vida”, concluyó la titular del MIDE.