El rumor de que el Servicio de Administración Tributaria (SAT) cobra impuestos por depósitos en efectivo de 15,000 pesos no es del todo infundado. En realidad, esto sí ocurrió hace algunos años por un concepto tributario que hoy ya no está vigente. ¿Recuerdas la Ley del Impuesto a los Depósitos en Efectivo? Esto fue lo que sucedió con ella.
¿Debes pagar impuestos al SAT por depósitos en efectivo mayores a 15,000 pesos? Esto dice la ley
Cuando el SAT cobraba impuestos a los depósitos en efectivo
Durante el sexenio de Felipe Calderón, se creó la Ley del Impuesto a los Depósitos en Efectivo en la cual estipulaba que las personas físicas y morales estaban obligadas a pagar un impuesto por todos los depósitos realizados en efectivo a una cuenta que tengan su nombre.
Esta normatividad fue publicada el 1 de octubre de 2007 y con ella se creó el concepto de Impuesto a los Depósitos en Efectivo (IDE). Este gravamen se aplicaba cuando los depósitos en efectivo superaban los 15,000 pesos mensuales a todo tipo de cuenta en el sistema financiero.
El SAT comenzó a cobrarlo desde el 1 de julio de 2008 mediante una fórmula que multiplicaba el importe excedente de 15,000 pesos por la tasa de 3%.
Por ejemplo, si el depósito en efectivo era de 26,000 pesos, se le restaba el monto exento (15,000). El resultado de 11,000 se multiplica por 3% y se obtiene el IDE. En este caso, es de 330 pesos.
El impuesto era recaudado por la institución financiera el último día del mes del cual se hayan realizado los depósitos directamente de la cuenta del titular, incluso si provenían de cheques de caja, sin importar su monto.
Las transferencias electrónicas, traspasos de cuenta, títulos de créditos (cheques o pagarés) o cualquier documento del sistema financiero estaba exento del cobro del IDE.
¿Por qué cobraban impuestos a los depósitos en efectivo?
Según la iniciativa original, el objetivo era incorporar una nueva contribución federal para el control de la evasión fiscal y la informalidad. El primer año recaudaron 17,000 millones de pesos por este impuesto, y la cifra fue disminuyendo gradualmente. En 2009 con 16,000 millones de pesos, y en 2010 con aproximadamente 8,000 millones.
A pesar de tener intenciones de combatir la informalidad, no logró eliminarla. En 2009, el Inegi expuso que existían 12 millones de personas en esta situación, y dos años después creció a 14 millones.
En una exposición de motivos para abrogar la Ley, los senadores Tomás Torres Mercado y Rosalinda López Hernández criticaron que el IDE afectó a prestadores de servicios profesionales independientes, a pequeños comerciantes y a personas de clase media por elevar sus costos contables.
La eliminación de IDE y la normatividad vigente
La Ley del Impuesto a los Depósitos en Efectivo (LIDE) solo tuvo vigencia del 1 de julio de 2008 hasta el 31 de diciembre de 2013, ya que fue abrogada el 1 de enero de 2014 durante el sexenio de Enrique Peña Nieto.
A partir de esa fecha, el cobro de IDE dejó de ser obligatorio, por lo que hoy en día no existe ningún impuesto oficial del SAT para los depósitos en efectivo.
Actualmente, el artículo 55 de la Ley del Impuesto sobre la Renta señala que las instituciones que componen el sistema financiero deben informar anualmente, a más tardar el 15 de febrero, los depósitos en efectivo que se realicen en las cuentas abiertas a nombre de los contribuyentes, siempre y cuando el monto mensual acumulado por los depósitos en efectivo exceda a 15,000 pesos en todas sus cuentas.
También aplica en las adquisiciones en efectivo de cheques de caja.
En resumen, los depósitos en efectivo superiores a 15,000 pesos no generan de facto un impuesto, pero tampoco están exentos del SAT.
En esta situación, al tratarse de ingresos que no son declarados, la autoridad fiscal tiene la facultad de comprobar su origen. Solo si el contribuyente no puede sustentar su contabilidad con documentación, el fisco puede solicitar contribuciones.