La individualización de un tratamiento es fundamental al momento de hacer un diagnóstico y es ahí donde entra la medicina molecular, la cual, en palabras del doctor César Lara, invitado del episodio más reciente de Health Café, “debe ser parte del armamento rutinario en el laboratorio clínico, tanto para la identificación de agentes infecciosos como para enfrentar otros problemas de salud clínica como el cáncer”.
Medicina molecular, una herramienta fundamental en el diagnóstico
Aunque el Proyecto Genoma Humano se empezó en 1990, fue hasta 2007 que se empezó a usar como herramienta tecnológica en la oncología, lo que permitió desarrollar nuevos fármacos y seguir estudiando los genes que, según informa el doctor Lara, “son blanco para nuevos tratamientos que pueden hacer un cambio importante en la vida de los pacientes, disminuyendo la toxicidad e incrementando el beneficio en el control de la enfermedad”.
A pesar de representar un gran avance médico, aún es difícil tener acceso a este tipo de estudios; algunos incluso se maquilan en el extranjero, limitando su accesibilidad. Con la intención de atacar esta problemática, Laboratorio Médico del Chopo ha hecho un gran esfuerzo para que la tecnología y los estudios estén disponibles de manera local, lo que permite reducir costos e incrementa la posibilidad de realizarse estas pruebas en México.
Con estas herramientas disponibles, se vuelve fundamental que los pacientes con algún tipo de cáncer se realicen pruebas genéticas antes de recurrir a la quimioterapia, especialmente en los casos de cáncer avanzado, ya que la quimioterapia ataca a las células con cáncer para que no se reproduzcan, pero también a las células sanas, dejando una serie de efectos adversos en las personas que la reciben.
La diferencia con la medicina molecular es que esta se basa en los genes afectados en un tumor y, en caso de estar presentes, hacen al paciente candidato para un tratamiento dirigido específicamente a esas características genéticas. A esto es a lo que se le conoce como medicina de precisión. Lo más importante es que este tipo de tratamiento disminuye los efectos tóxicos e incrementa su efectividad, además hacer las pruebas antes de cualquier otro tratamiento puede ayudar al oncólogo a tomar decisiones.
Los dos estudios moleculares que existen actualmente son:
1. Estudios somáticos: determinan blancos terapéuticos o factores pronósticos y ayudan a tomar decisiones sobre el tratamiento.
2. Aquellos que determinan características genómicas heredadas, que están asociadas a un incremento en el riesgo de padecer un tumor.
Este tipo de pruebas también puede ayudar a identificar factores de riesgo en otros miembros de la familia, haciendo posible que se tomen medidas de prevención antes de padecer cáncer.
En palabras del doctor Lara, lo que antes parecía ciencia ficción hoy es totalmente viable. “El avance tecnológico, los estudios clínicos y el desarrollo de fármacos ha permitido llevar estos beneficios a nuestros pacientes. Sigue siendo un reto no solo en México, sino en todo el mundo, pero en Laboratorio Médico del Chopo estamos tomando este desafío para incrementar la accesibilidad para nuestros pacientes”, concluyó.