Los espejos de agua son un recurso que ayuda a tener en el interior de una residencia un elemento de la naturaleza. Son sinónimo de sofisticación y elegancia en cualquier espacio.
Estos elementos acuáticos no solo proporcionan un ambiente sereno y pacífico, sino que acentúan los mejores aspectos que lo rodea, al actuar como un espejo gigante. Son elementos decorativos sumamente versátiles, pues incluso las casas que carecen de un espacio significativo están adoptando este recurso en su interiorismo.
Diseña con intención
Una de las primeras cosas que debes tener en cuenta acerca de los espejos de agua, es que son espacios mucho menos profundos que las albercas normales, pues deben tener una superficie lo más quieta y tranquila posible.
Si bien un cuerpo de agua profundo también puede funcionar como un espejo de agua, requiere mucho más mantenimiento, y la reflexión puede no ser siempre la ideal.
Un espejo de agua correctamente diseñado tiene un borde exterior colocado a una altura más baja que el área central. Esta estrategia de diseño aminora la formación de olas y crea una superficie plana.
No necesitas de grandes espacios para probar este recurso, hay alternativas, por ejemplo, pequeños espejos de agua en forma de “L” alrededor de la casa. Esta característica da un acabado sofisticado y elegante al tiempo que hace que parezca mucho más aireada y espaciosa tanto por dentro como por fuera.
Planear un espejo de agua es similar a enmarcar una imagen. De hecho, ese es precisamente su función. Recuerda que un espejo de agua ofrece diversas imágenes, desde el punto del que se mire, así que planifica las opciones. No lo dudes, crea un área de descanso y relajación con un espejo de agua.
Oasis 168, es una propiedad en venta ubicada en CDMX, Inspirada en los cuatro elementos. Cuenta con paredes talladas a mano y chimeneas de piedra caliza traídas de cinco estados diferentes de México. |