La decoración francesa puede ser extremadamente ornamentada y, a menudo, exagerada, pero las casas de estilo french country incorporan elementos tradicionales de una manera mucho más moderada. La esencia se basa en una elegancia con aspectos de la naturaleza como la madera desgastada y blanqueada, y las paletas de colores neutros.
En los siglos XVII y XVIII, los fabricantes de muebles locales en el sur de Francia, comenzaron a imitar los muebles ornamentados que se producían en París, creando sus propias piezas a partir de los materiales más asequibles. El aspecto se generalizó después de la Primera Guerra Mundial cuando los soldados regresaron a casa, inspirados por el aspecto de las casas de campo que habían visto en el sur de Francia, dando origen al interiorismo french country.
A pesar de que el diseño pareciera despreocupado, sigue una fórmula para lograr esa estética perfectamente imperfecta. Aquí está lo que necesitas saber para convertir tu lugar en un sueño francés, digno de instagramear.
¡Al natural!
Los materiales naturales son un elemento importante en la decoración. Paredes de yeso pintadas o ásperas, techos y paredes con vigas, detalles de madera delicadamente tallados que le dan textura y simplicidad a la apariencia. El piso rústico es de piedra, arcilla o ladrillo también suele ser un básico, que se complementa con alfombras de lana o algodón.
La paleta de colores que mejor describe el país francés, es cálido. Aunque la base es neutra, el color se usa para acentuar y agregar carácter. Esto ayuda a crear una estética acogedora. Los colores oscuros, como los negros y los grises, tienen un lugar, pero más discreto. Estos tonos se utilizan para romper y agregar contraste a los colores brillantes.
Cuida los detalles
Cuando se trata de los artículos de decoración en una habitación de campo francés, hay mucha inspiración. Se usan comúnmente cestas tejidas o de alambre, cerámicas y azulejos coloridos, piezas de madera tallada. Pinturas antiguas, oscuras o coloridas adornan las paredes también.
El toile de jouy es un indispensable en los textiles. Es un tejido de algodón que a menudo se encuentra en un fondo blanco, crema o amarillo con motivos en un solo color de contraste. Los temas incluyen animales de granja, escenas bucólicas o de cortejo del siglo XVIII. La mayoría de los patrones están impresos en lino o algodón. Se puede aplicar en tapices para paredes, sillas, cortinas o ropa de cama.
A menudo, la decoración también se usa para ayudar a combinar lo antiguo con lo nuevo. Antigüedades como relojes de pared, espejos y vajillas de porcelana azul y blanca, se fusionan con elementos actuales; por ejemplo, mobiliario de cocina de última tecnología.
Las lámparas chandelier son las piezas más emblemáticas de la decoración francesa. Estos candelabros remiten a la época medieval. Son elegantes, suelen tener cristales en su diseño y se vuelven un elemento central en cualquier espacio donde se las coloque.
Este equilibrio entre los aspectos modernos y lo vintage, logra un ambiente elegante, hogareño y acogedor.