Las haciendas en México encierran muchos secretos, durante más de 300 años concentraron no sólo la riqueza económica, sino también gran parte de la vida social y política del país.
De acuerdo con el Censo de Población, durante el Porfiriato el número de estos inmuebles superó las 6,000 propiedades, ocupando una extensión de más de 1,000 hectáreas cada una.
Durante el transcurso del siglo XIX, una gran cantidad de las haciendas coloniales del país cayó en desuso. Sin embargo, en años recientes algunos arquitectos han apostado por su renovación. Muchos de estos inmuebles han sido intervenidos y renovados para crear espacios que sirvan como hoteles, restaurantes, centros culturales y residencias de gran lujo.
Características de las haciendas
La casa colonial típica se construía hacia adentro, con fachadas simples y rodeadas por jardines. Las habitaciones se hacían alrededor del patio central interior, frecuentemente rodeado por columnas y vigas.
Los materiales más utilizados en el interior y exterior fueron madera, piedra y ladrillo, los cuales se mantienen en las propiedades renovadas. Los muros se acostumbraba hacerlos gruesos y pesados. Además, muchos de los elementos del interior y decorativos están hechos de forma artesanal, dando prioridad a materiales y técnicas locales.
La arquitectura de estas casas privilegiaban la iluminación y ventilación cruzada, de manera que en la actualidad crean un ambiente que no necesita la instalación de sistemas de aire acondicionado.
El arquitecto Salvador Reyes, de Reyes Ríos + Larraín Arquitectos y maestro en Conservación Urbana y de Inmuebles de Valor Patrimonial, explica que cuando se planea la restauración de una hacienda se deben cuidar tres elementos:
- Preservar las cualidades del espacio, sus materiales y sistemas constructivos originales.
2. Adaptar los espacios originales a nuevos usos, siempre y cuando sean compatibles. El grado de compatibilidad se define básicamente en función de las modificaciones que el nuevo uso demanda del espacio original.
3. Los materiales y elementos arquitectónicos nuevos se refieran a los originales, de tal manera que se complementen
El arquitecto Reyes, maestro en Conservación Urbana y de Inmuebles de Valor Patrimonial, resalta que los principales retos al realizar este tipo de intervenciones es lograr que la propiedad tenga un nuevo uso, que adquiera una nueva personalidad conservando sus valores arquitectónicos y personalidad originales
Hacienda Las Garitas, es una propiedad en venta, (clica aquí) construida en un terreno de más de 13,000 m² en San Miguel de Allende, Guanajuato. Conoce todos sus elementos de valor. |