El diseño biofílico es una continuación del movimiento de arquitectura sostenible que surgió a mediados de los años 90. Este movimiento creó una amplia variedad de edificios que eran tanto ecológicos como energéticamente eficientes.
Dado que se prevé que el 68% de la población mundial vivirá en áreas urbanas para 2050, a medida que nos alejamos más de todo lo natural, la integración verde puede verse como una forma de contrapeso o antídoto.
El concepto de biofilia crea espacios que beneficien a las personas que los utilizan. Es, en esencia, un marco arquitectónico que al incluir conscientemente los patrones orgánicos y la naturaleza en los interiores brinda la capacidad de reconectar y fortalecer la conexión entre el ser humano y la naturaleza.
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La biofilia es más que solo traer el exterior hacia adentro. Se trata de establecer y fortalecer una conexión con muchos aspectos de la naturaleza. Se trata de luz natural, vistas de la naturaleza, plantas, materiales naturales, texturas y patrones ", expresa Oliver Heath, experto reconocido en la industria en el campo de la arquitectura y el diseño de interiores sostenibles.
La naturaleza está presente a través de colores, materiales, olores y texturas. “Cada vez más queremos recrear elementos naturales y llevarlos dentro de nuestras casas, oficinas, restaurantes y a las ciudades mismas. No solo necesitamos a la naturaleza, somos parte de ella”, reflexiona Daniel Gómez Bilbao, paisajista y fundador de Huatan, firma de arquitectura del paisajismo.
“No es casualidad que los colores tierra serán tendencia en el año 2021, en una búsqueda de mayor serenidad, calma, paz, abundancia, y menor estrés. Queremos recrear esos lugares que nos generan tranquilidad y armonía”, añade el especialista.
Con tantos de nosotros viviendo en ciudades abarrotadas, donde los niveles de contaminación exterior están aumentando y el estrés es una enfermedad emergente, esta tendencia se convertirá en estándar para cualquier proyecto de diseño.
La tendencia del bienestar es un factor clave detrás del auge del diseño biofílico, impulsado por nuestro mayor interés en garantizar que nuestros hogares sean lugares saludables para vivir. Se sabe que tener plantas en el interior mejora la calidad del aire al filtrar el aire y eliminar las toxinas, además de combatir el aire seco causado por el aire acondicionado en un entorno de oficina.
Del mismo modo, se dice que tenerlos a la vista reduce los niveles de estrés. En 2010, la Universidad de Tecnología de Sydney descubrió que hubo una caída del 37% en la tensión y la ansiedad informadas, y una reducción del 58% en la depresión o el abatimiento después de introducir plantas en las oficinas.
Desde la creación de cocinas que se abren al área exterior, hasta la incorporación de maderas recuperadas y de origen sostenible en la decoración interior, los límites entre el interior y el exterior se están difuminando, y la tendencia de llevar el exterior al interior ha ido ganando terreno.
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