Pintura
Cuando se trata de espacios pequeños lo más recomendable es pintarlos de blanco para crear la sensación de que son más amplios, pero en el caso del recibidor, se puede pintar de colores oscuros que contrasten con el resto de la casa para marcar la división del espacio.
Se pueden utilizar colores como verde, azul, marsala o incluso se puede usar pintura tipo pizarra para que los niños rayen esa pared o se puedan anotar las cosas que no se deben olvidar antes de salir de casa.
También se puede dejar la pared del recibidor solo con ladrillos y darle una pequeña barnizada para que de la impresión de que esa pared no está completa, pero el resto de la casa sí.
El papel tapiz también es una buena alternativa, ya que se puede reemplazar cada año o menos y permite jugar con varios diseños como flores, árboles, grecas sencillas o paisajes.
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Muebles
Un recibidor debe tener muebles básicos como: un perchero, un banco, una mesa o un modular en donde se puedan dejar varias cosas.
Se puede incorporar un espejo para darle más amplitud y donde las personas puedan ver su aspecto antes de salir o entrar a la casa.
La incorporación de plantas y lámparas dependen del espacio, pero también funcionan para dar la bienvenida.
Y si lo que se busca es un diseño más dramático, se puede colocar un piso de mármol, una gran mesa de centro con un floreo y un gran cuadro o varias fotografías enmarcadas.
División
La principal función del recibidor es hacer la transición hacia el interior de la casa por lo que su diseño debe marcar un límite entre la entrada y la sala.
Una propuesta de K2LD Architects es colocar una media pared para separar ambas estancias por uno de sus lados. Para favorecer la integración se coloca el mismo piso y se comparte el estilo decorativo, pero se incorporan cosas que marquen la división como un banco o un modular.
Si la casa cuenta con suficiente espacio, se puede construir un desnivel para que el recibidor quede en la parte de abajo y esto delimita ambos ambientes sin necesidad de tabiques. Además, resulta elegante y aporta personalidad.
En la parte de abajo se coloca un sillón muy simple, el perchero, un tapete y los escalones son los encargados de poner distancia entre la sala y el recibidor sin necesidad de otro recurso.
Los muebles con ruedas también se pueden utilizar como ‘barrera’ para separar ambas estancias, una estantería abierta, paneles de madera tipo japonés que además dejan pasar la luz o un biombo.
Una alfombra de diferente color también funciona para delimitar la entrada, además de proteger el suelo.
También se pueden colocar cestos de fibras vegetales, algún mueble antiguo, un banco con cojines de colores o plantas para dividir.