Plasma “es la belleza lúdica de la diversidad orgánica”, por lo que su gama se basa en colores primarios con mayor luz, lo que provoca tonos con menos saturación. Esta es la paleta de colores:
● Molusco 085-01. A partir del color rojo se creó una tonalidad que tiende al blanco y que resulta un apoyo para otros colores. Como su nombre lo indica, este color recrea texturas elásticas y esponjosas que provocan sensaciones de calma.
● Zumbido 245-03. Aunque también es una pigmentación tenue basada en el amarillo y el blanco, aporta frescura y energía en los espacios donde se aplica.
● Crisol 001-01. Al ser un tono blanco, es básico para combinarlo con otros colores.
● Asturias M4-06. Como forma parte de la tendencia Plasma, este matiz verde representa los estados físicos del agua, por lo que su fluidez es perfecta para enlazar los espacios de un inmueble al marcar una transición armónica.
● Caimán 199-07. Plasma también marca colores más alegres y este es un ejemplo: un azul verdoso similar a las playas en el Caribe que expone un sentido más fresco.
● Agrio 249-06. Toma como base el amarillo primario, pero se observa con mayor luz, por lo que al ser más vibrante, aporta un estado de entusiasmo y estimula la creatividad.
● Infanta 085-06. Este tono rojo muestra intensidad, misticismo y sensualidad, atributos que se pueden utilizar como toques de color en espacios como recámaras y salas.
● Pavorreal 178-07. El azul de este tono manifiesta un sentimiento de alegría y fiesta, lo que es positivo para incluir en espacios en donde se busca mayor interacción dinámica entre los ocupantes de un inmueble.
● Omega A3-11. Es un violeta con toques de magenta y malva, que simboliza el empoderamiento, lo cual es idóneo para habitaciones donde se busca meditar.