¿Jesús existió o no? Los expertos debaten sobre el tema
Timothy Freke hojeaba un libro académico cuando se encontró con una imagen religiosa que algunos llaman obscena.
Era un dibujo de un amuleto del siglo III representando a un hombre desnudo clavado en una cruz. El hombre nació de una virgen, predicaba sobre el “renacer” y resucitó de la muerte después de la crucifixión, dice Freke.
Pero el nombre en el amuleto no era Jesús. Era un pseudónimo para Osiris-Dionisio, un dios pagano de la cultura mediterránea antigua. Freke dice que el amuleto evidencia algo que suena como sacrilegio —y algunos dirán que lo es—: que Jesús nunca existió. Era un mito creado por los judíos del siglo I, quienes lo modelaron a partir de otros dioses paganos muertos y resucitados, dice Freke, autor de The Jesus Mysteries: Was the ‘Original Jesus’ a Pagan God? (Los misterios de Jesús: ¿fue el ‘Jesús original’ un dios pagano?).
“Es una historia de enseñanza. Lo que estamos diciendo es que la historia de Jesús es una alegoría. Es una parábola del viaje espiritual”, dice Freke, uno de los miembros de un grupo de estudiosos de mitos que dicen que Jesús nunca existió.
En el domingo de Pascua millones de cristianos en el mundo conmemoran la resurrección de Jesús. A pesar de que los cristianos chocan en muchos temas, casi todos concuerdan en que Jesús existió.
Pero otro punto de vista sobre Jesús ha estado surgiendo y golpea en el corazón de la historia de Pascua. Un número de autores y estudiosos dicen que Jesús nunca existió. Tales afirmaciones podrían haber sido ignoradas en una era más antigua. Pero en la era de Internet y de autoedición, estos argumentos han ganado la fuerza suficiente como para que algunos de los estudiosos del Nuevo Testamento más importantes del mundo se sientan obligados a tratarlos públicamente.
La mayoría de los que niegan a Jesús son chiflados de Internet, dice Bart D. Ehrman, un estudioso del Nuevo Testamento, quien recientemente publicó el libro Did Jesus Exist? The Historical Argument for Jesus of Nazareth (¿Jesús existió? El argumento histórico de Jesús de Nazaret).
Dice que Freke y otros que niegan la existencia de Jesús son teóricos de la conspiración tratando de vender libros.
¿Importa si Jesús existió?
Algunos estudiosos de mitos dicen que muchos de los estudiosos del Nuevo Testamento son esnobs intelectuales.
“No soy un chiflado de Internet o negador del Holocausto. Dicen que soy un exfundamentalista amargado. Es patético ver este asesinato del personaje. Esto es a lo que la gente recurre cuando no tiene argumentos sólidos”, dice Robert Price, un expastor bautista que argumenta en Deconstructing Jesus (Deconstruyendo a Jesús) que un Jesús histórico probablemente no existió.
El debate sobre la existencia de Jesús ha dado lugar a una inversión de papeles curiosa. Dos de los estudiosos del Nuevo Testamento que se encuentran debatiendo la existencia de Jesús tienen la reputación de atacar y no defender el cristianismo tradicional.
Ehrman, por ejemplo, es un agnóstico que ha escrito libros que argumentan que prácticamente la mitad del Nuevo Testamento está falsificada.
Otro defensor de la existencia de Jesús es John Dominic Crossan, un estudioso del Nuevo Testamento que ha sido llamado un hereje porque sus libros desafían algunas de las enseñanzas tradicionales cristianas. Autor de The Power of Parable: How Fiction by Jesus Became Fiction about Jesus (El poder de la parábola: Cómo la ficción de Jesús se convirtió en la ficción sobre Jesús).
La evidencia contra la existencia de Jesús
Aquellos que argumentan contra la existencia de Jesús señalan algunos de estos puntos:
Los asombrosos parecidos entre las historias paganas en el mundo antiguo y las historias de Jesús.
- No hay fuentes creíbles fuera de la Biblia que digan que Jesús existió.
- El apóstol Pablo nunca se refiere a un Jesús histórico.
Price, autor de Deconstructing Jesus, dice que el mundo occidental en el siglo primero estaba lleno de historias de un héroe martirizado quien era llamado hijo de Dios.
Aquellos que debaten la existencia de Jesús, a menudo citan dos fuentes bíblicas externas: el historiador judío Flavio Josefo, quien escribió sobre Jesús a finales del primer siglo, y el historiador romano Tácito, quien escribió sobre Jesús a principios del siglo dos.
Price admite que había muchas historias míticas que fueron construidas alrededor de figuras históricas como César. Pero existe mucha documentación secular que prueba que César existió.
“Todo lo que leemos sobre Jesús en los evangelios se ajusta a un héroe mítico”, dice Price. “No queda nada más que indique que fue una figura histórica real”, agrega.
Lo harán si la experiencia es lo suficientemente poderosa, dice Richard Carrier, autor de Proving History (Probando la historia).
Carrier dice que es probable que Jesús nunca haya existido y que los primeros cristianos experimentaran un Jesús mítico que vino hacia ellos a través de visiones y revelaciones.
Dos de las historias más famosas en el Nuevo Testamento; la conversión de Pablo y la lapidación de Esteban, uno de los primeros mártires cristianos, muestra que las personas apoderadas por visiones religiosas están dispuestas a morir, dice Carrier.
En ambas historias, tanto en la de Pablo como en la de Esteban, los escritores dicen que no ven a un Jesús real sino a una visión celestial de Jesús, señala Carrier.
Las personas “pueden tener experiencias religiosas poderosas que no corresponden a la realidad”, dice Carrier.
“El modelo perfecto es el mismo Pablo”, dice Carrier. “Nunca conoció a Jesús. Pablo sólo tuvo un encuentro con este Jesús celestial. Pablo es completamente convertido por su experiencia religiosa, pero no se necesitó a ningún Jesús histórico para que esto pasara”.
La evidencia de la existencia de Jesús
Algunos estudiosos que debaten la existencia de Jesús dicen que el Nuevo Testamento menciona gente y eventos reales que están demostrados con documentos históricos y descubrimientos arqueológicos.
Ehrman, autor de Did Jesus Exist? se burló de la idea de que el mundo antiguo estaba lleno de historias paganas sobre deidades que morían y resucitaban. ¿Dónde está la prueba?, pregunta.
Ehrman dedicó una sección entera de su libro a criticar a Freke, el estudioso de mitos y autor de The Jesus Mysteries: Was the ‘Original Jesus’ a Pagan God?, quien dice que existe una figura antigua de Osiris-Dionisio que comparte paralelismos extraños con Jesús.
Dice que Freke no puede ofrecer ninguna prueba de que la figura antigua de Osiris nació el 25 de diciembre, fue crucificada y resucitó. Dice que Freke está citando a escritores de los siglos XIX y XX quienes lanzaron las mismas teorías.
“¿No crees que si hubieras estado en los zapatos de Pablo, hubieras descubierto rápidamente que no existía Jesús?”, pregunta Evans. “Si no hubiera existido Jesús, entonces, ¿cómo empezó el movimiento?”, dice Craig A. Evans, el autor de Jesus and His World: The Archaelogical Evidence (Jesús y su mundo: la evidencia arqueológica).
Evans también descalifica la idea de que los primeros cristianos mezclaron o adoptaron mitos paganos para crear su propio Jesús mítico. Dice que los primeros cristianos eran judíos que despreciaban todo lo que tenía que ver con la cultura pagana.
Las palabras de Jesús también ofrecen una prueba de que realmente existió. Una personalidad viva prácticamente estalla desde las páginas del Nuevo Testamento: habla con acertijos, habla sobre camellos pasando a través de una aguja, llora abiertamente e incluso pierde los estribos.
Evans dice que es un hombre que sin lugar a dudas es judío, un genio que entiende su cultura, pero también trasciende su tradición con parábolas perfectas.
“¿Quién más que Jesús pudo haber dicho la Parábola del Buen Samaritano?”, dice Evans. “¿De dónde salió este rayo de luz? No sacas eso de un mito egipcio”.
Aquellos que debaten contra la existencia de Jesús dicen que no están tratando de destruir la fe de la gente.
“No tengo ningún deseo de molestar a la gente”, dice Freke. “Tengo una pasión por la verdad… no creo que gente racional en el siglo XX pueda ir por un camino sólo con fe ciega”.
Sin embargo, la Pascua nunca se trató de ser racional.
Las historias de Pascua sobre la resurrección son extrañas: los discípulos no reconocen a Jesús cuando se lo encuentran en el camino, le dice a alguien que no lo toque, y come pescado de otro.
En el Evangelio de Mateo, un Jesús resucitado de repente aparece ante un grupo de discípulos y les da un mensaje oculto:
“No tengan miedo. Vayan y díganle a mis hermanos que vayan a Galilea: allí me verán”.
¿Y qué vieron: una persona, un mito pagano o un salvador?
Alvert Schweitzer, un teólogo del siglo XX y misionero, sugirió que nunca existirá respuesta para esa pregunta. Dijo que buscar a Jesús en la historia es como mirar en un pozo: sólo verás tu reflejo.
El Jesús “real”, dice Scheitzwer, quedará como “un extraño y un enigma”, alguien que siempre está delante de nosotros.