Marcas de lujo, blanco de la piratería
Todo tipo de prenda es susceptible de ser pirateada, sin embargo, de septiembre a febrero se incrementa el contrabando de ropa propia de la temporada de invierno como chamarras, suéteres, camisas y playeras de manga larga, sudaderas y pants completos, explica Roberto Castañeda Franco, coordinador del Comité de Propiedad Intelectual de la Asociación Nacional de Abogados de Empresa (Anade). "En los últimos cinco años ha incrementado el contrabando y piratería de prendas de marcas ‘de lujo' como Hugo Boss, Versace, Ermenegildo Zegna y Burberry; de ropa deportiva de firmas como Nike y Adidas, y recientemente de marcas como Aeropostale o Abercrombie, por el impacto que han tenido en los jóvenes", dice el también gerente de protección de marca de Nike de México.
En cuanto a la ropa usada, mejor conocida como ropa de paca, Castañeda considera que además de representar un daño para la industria, es un problema de salud pública, ya que en 2009 se introdujeron al país más de 100 millones de prendas en malas condiciones y con altos riesgos de estar infectada con enfermedades.
La ropa de paca generalmente ha estado mucho tiempo almacenada por lo que corre el riesgo de estar contaminada con ácaros y piojos, así como parásitos, virus y hongos causantes de distintas enfermedades, como sarna y hasta de tipo sexual, comenta.
Castañeda detalla que este tipo de ropa viene desde Estados Unidos (EU) y entra a México principalmente por la aduana de Nuevo Laredo, Tamps, para luego distribuirse por todo el país.
De enero a noviembre de 2010 se decomisaron 651 toneladas de ropa proveniente del mercado ilegal, equivalente a 144,499 piezas de prendas usadas, piratas y de contrabando, explica.
Y el monto del decomiso de las prendas apócrifas asciende a 420 millones de pesos (mdp), las cuales provienen principalmente de EU y China.
Se estima que a nivel nacional seis de cada 10 prendas que se comercializan en el mercado mexicano provienen de la ilegalidad (piratería, contrabando, robada), situación que en 2009 ocasionó pérdidas por 198,903 mdp para la industria textil, según la Tercera Encuesta de Hábitos de Consumo de Productos Pirata y Falsificados en México.