Tendencias en empaque y embalaje
En la actualidad, 75% de los productos terminados requieren envase. De éstos, 90% son utilizados para alimentos y bebidas, lo que convierte a estas dos ramas en referentes para el desarrollo de empaques.
En México se fabrican anualmente 8,500,000 toneladas de envases; se distribuyen de la siguiente manera: vidrio, 38%; papel y cartón, 26%; plástico, 16%; madera, 14%; metal, 6%. El valor comercial de esta industria es de aproximadamente 490 mdp.
De acuerdo con la Asociación Mexicana de Envase y Embalaje (AMEE), en la actualidad se puede hablar de tres factores que determinan la tendencia en los empaques:
- Sustentabilidad. Las empresas buscan reducir el impacto ambiental de los empaques con un menor consumo energético, desde la producción de la materia prima hasta la disposición final del envase. Esto no es sólo con un fin ambiental, sino también como un elemento crítico de competitividad, pues el objetivo es que haya un balance entre eficiencia, funcionalidad y costo.
- Mercadotecnia. El envase es un elemento fundamental en la experiencia que el consumidor tiene con el producto desde su elección en el punto de venta, compra, transporte y almacenamiento, hasta su disposición final. Por tal motivo, el éxito o fracaso de un producto también depende de la imagen que presente y el confort que el diseño ofrezca.
- Conveniencia. Los cambios en los estilos de vida, la nueva geografía, el aumento de la población urbana, la composición de las familias, los cambios en los ámbitos laborales y la conciencia que se ha tomado respecto a la salud ha afectado las características de los productos y, por ende, de los empaques.
“Cada día se busca conservar mejor los alimentos. Es justo ahí donde el envase juega un papel fundamental con novedosos diseños y materiales; también se busca economizar y conservar la frescura del producto y darle una solución al usuario”, explica Jorge Martínez, director general de la AMEE.
Edith Ponce Alquicira, investigadora del Departamento de Biotecnología de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), campus Iztapalapa, señala que el desarrollo de los empaques debe garantizar no sólo la protección del producto frente al medio ambiente, sino aspectos de inocuidad y seguridad alimentaria, brindar información al consumidor acerca de la composición del alimento, de la marca o la forma de consumo, así como poseer un diseño atractivo que haga la diferencia.
Activos e inteligentes
El calentamiento global y los elevados índices de contaminación llevaron a la industria del envase a desarrollar iniciativas que contrarresten estos problemas. La idea es alcanzar la optimización de materiales, uso de energía, generación de desechos y reaprovechamiento de los mismos.
Arturo Dávila Villarreal, representante de Sustenta, Compromiso Empresarial para el Manejo Integral de los Residuos Sólidos, comenta que los envases sustentables son aquéllos que tienen por finalidad optimizar recursos y minimizar los desechos en el ciclo de vida de los productos.
Guillermo J. Román, investigador del Instituto Politécnico Nacional (IPN), considera que para que un empaque sea sustentable debe trabajarse con ecodiseño. Este concepto permite seleccionar materiales con bajo impacto, reducir su cantidad y optimizar procesos y sistemas de distribución.
José Martínez, director de la Oficina para Latinoamérica de Packaging Machinery Manufacturers Institute (PMMI), agrega que existe una tendencia clara a criticar el envase, en el sentido de considerar si es o no basura, ya que los desacuerdos en lo que respecta a este tema son constantes.
De acuerdo con Ponce Alquicira, una de las principales tendencias en la evolución de la industria del empaque tiene que ver con el desarrollo de materiales biodegradables, debido, además de los factores de protección al ambiente, al incremento y variabilidad de los costos del petróleo y a la reducción de las reservas probadas de este recurso.
“Científicos e industriales se han dado a la tarea de desarrollar materiales de empaque que sustituyan a las películas plásticas, mediante el uso de biopolímeros procedentes de recursos renovables. Los materiales de película pueden ser polisacáridos como el almidón y quitosano (elemento que se encuentra en caparazones de crustáceos), así como de celulosa o sus derivados, o bien, elaborados con proteínas como la caseína, proteínas de suero de leche, colágeno, gluten y zeína. Otros materiales de empaque son los polímeros naturales o bioplásticos como el ácido poliláctico (PLA), el polihidroxialcanoato (PHA) y el polihidroxibutirato (PHB), obtenidos por fermentación microbiana con microorganismos silvestres o con microorganismos modificados genéticamente”, explica Ponce.
Dolores Vidales expone que en México se cuenta ya con 300 opciones de envases biodegradables, por ejemplo, para alimento, sustitutos de bolsas de plástico, vasos y platos desechables.
Sin embargo, el director general de la AMEE agrega que respecto al tema de los biodegradables existe una discusión, debido a que algunos productos que parten de materiales renovables, como los almidones o el maíz, a veces consumen más energía que los de otro tipo, lo cual no se ha evaluado.
Otra de las tendencias dentro de la industria del envase se refiere a los empaques activos, con aplicaciones destinadas a darles mayor funcionalidad. A decir de Ponce Alquicira, el concepto de empaque tradicional se ha transformado hacia el de empaques activos mediante la incorporación de antioxidantes, enzimas, saborizantes, nutraceúticos y agentes antimicrobianos, además de absorventes de oxígeno y humedad, entre otros.
“El concepto de empaque activo abarca una gran gama de posibilidades, todas ellas con el objetivo de incrementar la vida en anaquel, protegiéndolo directamente contra los agentes responsables de la alteración como la rancidez, decoloración y desarrollo microbiano. Una ventaja del uso de empaques activos es que permiten reducir y eliminar por completo la necesidad de la adición directa de conservadores en la formulación de alimentos, posibilitando la elaboración de productos denominados 'etiqueta limpia' por su bajo o nulo contenido de conservadores”, explica la investigadora de la UAM.
Uno de los conceptos más utilizados es el de envases inteligentes; éstos se clasifican de acuerdo con sus propiedades, componentes o material del empaque. Esencialmente se busca generar indicadores de tiempo-temperatura, calidad microbiológica y niveles de oxígeno o dióxido de carbono. “Ya existen envases que al momento de abrirlos se enfrían o calientan solos, por lo que ya no es necesario el microondas. La patente es italiana y se están comercializando en el país”, señala el director de PMMI.
Otra una nueva tendencia es la que tiene que ver con la nanotecnología. Ésta suele utilizarse en equipos especiales que pueden leer la textura de un envase, almacenar la información y detectar datos como el número de lote.
Vidales asegura que hoy en día se trabaja en la implementación de chips que permitirán una comunicación con el envase, es decir, el chip podrá indicarle al consumidor la caducidad del producto, la forma de uso y darle recomendaciones sobre el contenido. También podrían dar al cliente indicaciones sobre la apertura del envase, entre otras cosas.
“Definir los elementos que construyen un buen envase nos hace pensar en todo lo que está detrás de esa botella, de esa lata o de esa caja que cotidianamente compramos. Pensamos en el color, tamaño y, por supuesto, la marca como los principales elementos que deben integrar el diseño de un empaque”, puntualiza Alfonso Núñez, director de Arte de la agencia de publicidad Delta Group.
La elección del color tiene mucha importancia en el diseño de un empaque, pues en gran medida es el responsable de que se logre la diferenciación entre marcas de una misma categoría y la construcción de su identidad.
“Un elemento importante en el mercado de las bebidas tiene que ver con el clima del país o la región donde se distribuya el producto.
Por ejemplo, en los lugares calientes las presentaciones tienden a ser de mayor tamaño, por lo que no es imposible imaginar que para 2010 existan presentaciones de refresco de cinco litros debido al cambio climático”, agrega Nuñez.
En el país ya es reconocido el esfuerzo de innovación en envases, y muestra de ello es el certamen Envase y embalaje estelar. La premiación se realiza cada año durante Expo Pack y las bases para participar se encuentran disponibles en www.amee.org.mx .
Cabe resaltar que la amee incorporó el año pasado los premios al Envase Ecológico que promueve e incentiva la conservación del medio ambiente y Envase para Exportación.
NO ES 'LATA' INNOVAR
“La competitividad de un país depende de la capacidad de su industria para innovar”, afirma de manera contundente Roberto Fernández, director de Ingeniería y Proyectos de Grupo Jumex, firma que destina a la innovación en productos y procesos 2.5% de su facturación.
Para la elaboración del más reciente de sus desarrollos, la 'latabotella', la empresa invirtió cerca de 20 mdd. El envase tuvo un periodo de preparación de dos años antes de salir al mercado.
Su proceso de desarrollo tuvo un primer esbozo al encontrar en Europa algunos ejemplos de cómo podría hacerse una 'latabotella', principalmente en países como Alemania y España, aunque el diseño final es 100% mexicano.
Fernández afirma que la empresa le ha apostado a la lata como envase, por ser uno de los mejores empaques que se le pueden ofrecer al consumidor, debido a la propiedad per se que posee, como la conservación del producto y la resistencia. “De ahí nació la idea de poder crear e innovar una lata que pudiera abrirse, cerrarse y utilizar un material como el acero, el cual, si bien tienes ciertas restricciones, se adecuó al diseño original que teníamos planeado”, menciona Fernández.
TECNOLOGÍA DE IMPORTACIÓN
A nivel internacional son tres los países punteros en maquinaria para envasado: Estados Unidos (EU), Italia y Alemania. Sin embargo, países como España, Japón, China y Brasil han visto crecer su rebanada de pastel.
De acuerdo con la Confederation of Packaging Machinery Associations (Copama), organismo que agrupa a las distintas asociaciones de maquinaria a nivel mundial, los equipos que producen países como Japón y eu es para sus propios mercados, mientras que Alemania e Italia cubren cerca de 66% del comercio internacional.
México importa aproximadamente 480 mdd en maquinaria para envase y embalaje, de los cuales 25% provienen de fabricantes estadounidenses, 25% de empresas italianas, y el resto de España, Japón, Alemania y Francia.
El país importa 80% de la tecnología que utiliza para empacar producto y además es uno de los principales compradores de de equipo de EU. La industria del empaque está buscando características específicas en la nueva maquinaria, sobre todo eficiencia en el uso de energía.
También busca diseños modulares y máquinas que puedan ser flexibles, pues hay que recordar que las empresas buscan fabricar más de un producto o empaque en una misma línea de producción. Otra característica ideal es el aumento de la velocidad y la eficiencia; es decir, cambiar los dispositivos que eran neumáticos por electromecánicos y flexibles, que se adapten a cada necesidad de envasado.
“Se está buscando también automatizar tareas, por ejemplo, de inspección, donde no se tenga que ocupar a una persona para que revise defectos, sino que, a través de la automatización, estas tareas se den por sentadas”, agrega Martínez.
Edgar A. Jürgensen, director general de Krones México, firma que ofrece sistemas, máquinas y soluciones para la industria del envasado y embalaje, indica que las grandes compañías necesitan contar con una solución integral de tecnologías provenientes de diferentes países.
Menciona que la pequeña y mediana empresa (pyme) está entendiendo cada día más la ventaja que le brinda frente a la competencia el contar con una solución completa e integral, en lugar de ocupar varios módulos para un mismo proceso fabril.
“Antes, al adquirir una máquina no era factible hacer un producto diferente al que estaba destinado el equipo. Hoy se pueden manufacturar empaques diversos, ya que el mercado así lo demanda, y se puede pedir a los fabricantes máquinas que les den la oportunidad de trabajar en diversas presentaciones de envases, pues las marcas quieren ganar un lugar en el mercado”, explica el directivo de Krones.
La Asociación Italiana de Fabricantes de Maquinaria para Envase y Embalaje (UCIMA, por sus siglas en italiano), en voz de su representante Guido Corbella, menciona que los fabricantes italianos de equipo y tecnología para envases consideran a este país como su octavo mercado más importante, ya que representa 5.7% de sus exportaciones.
Por su parte, Isidre Puigdemasa, representante de la Asociación Española de Maquinaria para Envase, Embalaje, Embotellado, Cartonaje y su Grafismo (Amec), revela que México se ha convertido en el segundo país que importa más maquinaria española para la industria del envase, después de Francia.
“EU siempre ha sido líder en codificación; así es con cada país, cada uno se enfoca a ciertos segmentos a los que sirve, de hecho, para muchas empresas grandes somos complementarios. En este momento las diversas agrupaciones a nivel internacional nos estamos preparando para hacerle frente a un mercado más abierto en cuanto a compatibilidad entre equipos”, explica Martínez.
México tiene un importante liderazgo dentro de la industria del empaque y embalaje, sin embargo, los retos que debe enfrentar incluyen el desabasto de materias primas básicas, el combate a la piratería y la sustentabilidad.
“El desarrollo de nuevas soluciones van enfocadas al mercado de productos naturales de salud, belleza y cosmética. Una nueva tendencia en cuanto a un nuevo tipo de consumidor debe ser el objetivo. Tiene como acrónimo 'Lohas', que quiere decir Lifestyle of Health and Sustainability, es el tipo de consumidor que va a exigir productos que puedan ser reciclables y amigables con el ambiente, pero además que sean saludables”, concluye Martínez.