En una entrevista con Bloomberg News el mes pasado, el presidente ejecutivo de Volkswagen, Herbert Diess, hizo sonar las alarmas sobre Tesla y otras compañías de vehículos eléctricos que aprovechan el optimismo con respecto a sus perspectivas de crecimiento.
Los inversionistas han tenido una visión más sombría de Volkswagen y otros fabricantes tradicionales, que deberán gastar millones de dólares para desarrollar vehículos eléctricos mientras reestructuran las operaciones que giran en torno a los motores de combustión.
Una potencial salida a bolsa de Porsche podría realizarse el próximo año, aunque no se ha definido un cronograma, dijeron las personas. En tanto, la empresa alemana planea mantener una participación mayoritaria si opta por una salida a bolsa del negocio, revelaron las fuentes.
Las deliberaciones están en curso, y no hay certeza de que conduzcan a una transacción, dijeron las personas. Un representante de Volkswagem declinó hacer comentarios.
La medida, si es aprobada, revertiría parcialmente una adquisición concluida en 2012, cuando Volkswagen compró el 50.1% restante del negocio automotriz de Porsche por 4,460 millones de euros. Ello puso fin a una saga de siete años que dividió a dos de las familias más poderosas de Alemania.
Las dos compañías acordaron combinar sus operaciones en 2009 después de que Porsche, con sede en Stuttgart, acumulara más de 10,000 millones de euros en deuda en un intento fallido por adquirir al mayor fabricante de automóviles de Europa.