Luego de que el rendimiento del bono del Tesoro de Estados Unidos a 10 años alcanzó su mayor nivel en un año, los inversores se han puesto a calcular cuán alto pueden llegar los retornos antes de amenazar el 'rally' de las acciones que ha permitido al S&P 500 ganar un 76% respecto a marzo del 2020.
Los rendimientos de los bonos se hundieron a mínimos récord después de que la Reserva Federal de Estados Unidos recortó las tasas de interés casi a cero en los primeros días de la pandemia del coronavirus, drenando el capital hacia las bolsas mientras los inversores mencionan el lema "TINA", la sigla en inglés para indicar que "no hay alternativa".
Con los rendimientos a 10 años rondando el 1.3%, esa estimación podría cambiar para algunos inversores, aunque hay poco consenso sobre cuál sería el punto de inflexión.