"El oro sigue siendo nuestra recomendación larga de mayor convicción", dijo Goldman Sachs en una nota fechada el miércoles.
La firma prevé que los precios del oro se sitúen en 3,700 dólares por onza a fines de 2025 y en 4,000 dólares a mediados de 2026, suponiendo una fuerte compra por parte de los bancos centrales. Sin embargo, esta visión de referencia no tiene en cuenta un cambio importante de los inversionistas privados de activos en dólares a oro, un escenario que podría empujar los precios a un máximo de 4,500 dólares.
También afirma que una pérdida de independencia de la Fed podría desencadenar una aceleración de la inflación, un alza del rendimiento de los bonos a largo plazo, un debilitamiento de la renta variable y una pérdida de la condición de divisa de reserva del dólar, mientras que el oro, como depósito de valor que no depende de la confianza institucional, saldría beneficiado.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha intensificado sus esfuerzos para ejercer control sobre la Fed, cuya capacidad para gestionar la inflación de manera efectiva se considera ampliamente que requiere libertad de influencia política sobre las decisiones de tasas.
Goldman Sachs también estimó que, suponiendo que todo lo demás permanezca constante, los precios del oro podrían acercarse a los 5,000 dólares por onza troy si el 1% del dinero privado invertido en el mercado del Tesoro estadounidense se reasigna al oro.