¿Qué es la ‘basura electoral’?
En una conversación con Expansión, Negrete señaló que en el escenario político mexicano, el marketing ha emergido como una herramienta esencial para captar la atención de los votantes. Sin embargo, el enfoque tradicional en la imagen del candidato, el nombre del partido y eslóganes llamativos ha eclipsado a menudo la presentación de propuestas concretas. Este enfoque, aunque puede generar impacto inicial, ha dejado en segundo plano el verdadero objetivo de la política: el debate sustantivo sobre políticas y problemas reales.
En este contexto, proliferan el uso de recursos no declarados y la inclusión de ataques y difamaciones hacia los oponentes políticos sin ofrecer argumentos sólidos o propuestas claras. A este contenido sin sustancia se le llama "basura electoral".
Entre las afectaciones de la "basura electoral" en las calles están el estrés a nivel cognitivo y actuar como distracciones para los conductores, lo que aumenta el riesgo de accidentes automovilísticos, sobre todo de noche.
Va ser una campaña electoral muy ruda y los actores involucrados le van a meter hasta el último centavo que encuentren a la publicidad en exteriores para hacer ruido.
Jorge Carlos Negrete, presidente de la FRRPU
La aprobación de la nueva Ley de Publicidad Exterior en junio de 2022 busca controlar la contaminación visual y la propagación de esta basura electoral, pero la medida podría no ser suficiente para abordar el problema en su totalidad debido a la falta de regulación uniforme en el país. Mientras que la Ciudad de México posee una ley de publicidad exterior, ningún estado cuenta con una y apenas el 3% de los municipios cuentan con regulaciones en este ámbito.
Además, el reglamento citadino de publicidad exterior, que entró en vigor en abril pasado, “no está hecho para hacer que la ley sea la herramienta ideal para que la Ciudad de México tenga menos espacios publicitarios, sino que le da discrecionalidad a la autoridad para que determine los lugares, condiciones y formatos disponibles”.
Este vacío legal ha permitido que los políticos utilicen espacios publicitarios sin restricciones claras, lo que, en palabras de Negrete, puede dar lugar a la "discrecionalidad de la autoridad para determinar los lugares, condiciones y formatos disponibles", dejando a los vecinos como los únicos que pueden autorizar la colocación de propaganda electoral en sus inmuebles y por lo tanto quienes la pueden quitar en cualquier momento.
Ante la pregunta sobre si los recientes intentos por regular la publicidad exterior, cambiará la contienda en términos de publicidad electoral, Negrete considera que la contraposición entre la ley federal con la estatal, puede resultar en la proliferación de anuncios en lugares no permitidos por la normativa federal.
Lo ideal sería que se establezca una cantidad para propaganda política y que el Instituto Nacional Electoral (INE) la repartiera entre los partidos políticos por igual, pero como eso no existe, los políticos pueden contratar espacios con base en la cantidad de dinero que tengan”.
Negrete pronosticó un aumento del 50% de la "basura electoral" rumbo a 2024.“Veremos publicidad en vallas, tapiales, muros, gallardetes, mupis. Estaremos tapizados porque va a ser una campaña electoral muy ruda y los actores involucrados le van a meter hasta el último centavo que encuentren para hacer ruido”, concluye.
